Mogadiscio, también conocida como Xamar, es la ciudad más grande y capital de Somalia.
Durante más de dos décadas, un conflicto civil catastrófico ha devastado esta metrópolis que alguna vez fue hermosa, dejando nada más que escombros a su paso. Varias milicias islamistas y/o afiliadas a clanes o señores de la guerra han controlado varias áreas de la ciudad desde 1991. Cuando la Unión de Tribunales Islámicos asumió el poder por completo en 2006, se concedieron algunos meses de indulto. Seis meses después, Etiopía invadió Somalia y reinstaló el Gobierno Federal de Transición respaldado por Occidente. Al-Shabab, una milicia islamista de línea dura, tomó rápidamente el control de Mogadishu, con el gobierno controlando apenas unas pocas cuadras. En agosto de 2011, una contraofensiva respaldada por un gran número de fuerzas de la Unión Africana liberó la ciudad de los insurgentes. Aunque los bombardeos y tiroteos siguen siendo regulares, el conflicto abierto ha terminado por el momento. Las pocas agencias gubernamentales que pueden operar están bajo una gran presión debido a una grave crisis alimentaria y la afluencia de miles de inmigrantes.
El libro de Mark Bowden Black Hawk Down describe la anarquía de Mogadiscio durante los primeros años de la guerra civil con gran detalle y precisión.
Durante siglos, la ciudad de Banaadir, a orillas del Océano Índico, ha funcionado como un importante puerto. Tiene una población de 2,120,000 personas a partir de 2015.
Mogadishu, siendo la capital de Somalia, alberga una serie de instituciones estatales clave. Es la sede del Gobierno Federal de Somalia, que fue fundado en agosto de 2012 y cuyo brazo legislativo es el Parlamento Federal de Somalia. El First Somali Bank se formó en la capital en mayo de 2012.