Ubicada en la península de Istria, un tesoro croata, Poreč es una ciudad rica en historia y llena de encanto clásico. Su narrativa se abre en capas, cada una de las cuales expone un capítulo notable en su desarrollo. La historia comienza en el siglo II a. C., cuando los romanos, en su implacable expansión, construyeron aquí una base militar. Este puesto estratégico, que se alzaba en la costa adriática, era esencial para el control de Roma sobre la zona.
Los restos de este campamento prehistórico, que todavía hoy son claramente visibles, se entrelazan con el centro mismo de la ciudad. Los sitios arquitectónicos, las plazas y las calles de Poreč muestran la huella permanente de sus orígenes romanos. Con su red de vías bien pensada y los rastros de la arquitectura romana, el trazado de la ciudad proporciona un vínculo físico con su pasado lejano. Es una prueba de la influencia continua del diseño urbano y la ingeniería romanos.
Sin embargo, la historia de Poreč va mucho más allá de su origen romano. La convergencia de civilizaciones y culturas la ha moldeado y cambiado a lo largo de milenios. Cada época ha dejado su huella y ha contribuido a la complejidad del carácter de la ciudad. Desde el Imperio bizantino hasta la República de Venecia, desde la monarquía austrohúngara hasta la actualidad, Poreč ha absorbido y se ha adaptado a las corrientes de la historia.
Poreč es hoy una ciudad vibrante y cosmopolita que aún está conectada fundamentalmente con su pasado. Los susurros de épocas pasadas impregnan las calles de la ciudad, invitando a los turistas a viajar a través del tiempo. Los centinelas del rico y a menudo turbulento pasado de Poreč son ruinas antiguas, iglesias medievales y palacios renacentistas.
El centro histórico de la ciudad, un tesoro de bellezas arquitectónicas y culturales, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí se puede pasear por callejuelas estrechas, encontrar patios secretos y maravillarse con los detalles minuciosos de edificios centenarios. Los museos y galerías de Poreč, que muestran objetos y obras de arte que abarcan milenios, ofrecen aún más información sobre su variado legado.
La visita a la Basílica Eufrásica es imprescindible para todo aquel que quiera saber más sobre el pasado de Poreč. Con sus exquisitos mosaicos y su suntuoso mobiliario, esta asombrosa basílica del siglo VI es una prueba del legado bizantino de la ciudad. Nos recuerda el papel central de Poreč en la expansión del cristianismo en la zona.