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Manistra na pome significa literalmente "pasta con tomate" en el dialecto local, y personifica a la perfección el sabor del verano en la costa dálmata de Croacia. Este humilde plato consiste simplemente en pasta común y corriente, aderezada con una salsa de tomate brillante y fragante. Pero lo que le falta en elegancia lo compensa con creces con sabor y nostalgia. Cada bocado es un sabor a tomates calientes y madurados al sol y cebollas dulces, cocinados a fuego lento en aceite de oliva. En los hogares dálmatas, preparar manistra na pome es tanto un ritual como una comida: las abuelas cantaban canciones populares sobre ella (incluso en las tabernas del casco antiguo cuelgan carteles que proclaman "Volin te ka manistru na pome", que significa "Te quiero como a la pasta con salsa de tomate"). Esta modesta comida reconfortante suele ser una cena familiar imprescindible o un almuerzo predilecto, uno que incluso los niños pequeños piden por su nombre.
En esencia, la manistra na pome honra la simplicidad. Los cocineros dálmatas suelen usar los mejores productos de verano: tomates maduros de huerto, pelados y guisados hasta obtener una textura confitada, para luego combinarlos con cebollas salteadas hasta obtener un punto dulce. El ajo y las hojas de laurel pueden añadirse a la salsa para un aroma más intenso. En algunas versiones, un chorrito de aceite de oliva aromático realza la salsa, quizás con una pizca de azúcar para equilibrar la acidez. La salsa está lista justo cuando la pasta termina de cocinarse, asegurando que absorba hasta la última gota de sabor. Una maraña de espaguetis o penne al dente con esta salsa es un auténtico consuelo en el plato: las hebras de pasta brillan con una ligera capa de deliciosa salsa roja, y perejil fresco picado o un poco de queso duro rallado es todo lo que necesita para ser una comida satisfactoria.
Este plato evoca la riqueza del verano dálmata: cuando abundan los tomates carnosos, nadie se resiste a preparar una sencilla salsa con ellos. Antiguamente, lo comían los pescadores en el mar o los pastores en el campo, ya que requiere pocos ingredientes y poca gasolina, pero es un plato nutritivo. Hoy en día, es tan común en las konobas (tabernas) costeras como en las cocinas domésticas, recordando a croatas y visitantes el espíritu adriático: fresco, mediterráneo y sencillo. A diferencia de las salsas continentales más pesadas, la manistra na pome conserva su sabor ligero y limpio. Cada cucharada transmite la suave calidez del sol y el equilibrio dulce-salado del tomate y la cebolla. Acompañada de una copa de vino rosado frío o tinto ligero, esta pasta es una oda a las sencillas delicias de Dalmacia: sencilla, pero absolutamente deliciosa.
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porciones10
minutos30
minutos405
kcalManistra na pome es un clásico plato dálmata de pasta servido con salsa de tomate casera. Tomates maduros y cebollas dulces se cuecen a fuego lento en aceite de oliva, se sazonan con ajo y hierbas, y luego se mezclan con pasta tierna. El resultado es una salsa refrescante y reconfortante que convierte la pasta común en un clásico. Decora con perejil fresco o queso parmesano para darle un toque de sabor.
Pasta seca (350–400 g): Pasta tradicional, larga o corta, como espaguetis, penne o rigatoni. Al estilo italiano, elaborada con sémola de trigo duro.
Tomates maduros (600 g, unos 4-5): Use tomates frescos de verano (tomates ciruela o tomates maduros en rama). Escalde para pelarlos y luego píquelos en trozos grandes. Los tomates pelados enlatados son un sustituto fuera de temporada.
Cebolla (1 grande, picada): La cebolla roja o amarilla añade dulzura y profundidad.
Ajo (2 dientes picados): Opcional pero recomendado por su aroma.
Aceite de oliva (2–3 cucharadas): La base para saltear. El aceite virgen extra de calidad le da el mejor sabor.
Hoja de laurel (1): Una hierba clásica para salsas de tomate.
Sal y pimienta: Al gusto. Añada sal poco a poco, sobre todo si añade parmesano más tarde.
Azúcar (1/2 cucharadita, opcional): Equilibra la acidez del tomate si es necesario.
Albahaca fresca o perejil (un puñado, picado): Remueva justo antes de servir para conservar la frescura.
Queso rallado (parmesano o queso de oveja duro): Para espolvorear por encima (opcional).
Prepara los ingredientes: Picar la cebolla y el ajo. Pelar y cortar los tomates en dados (cortar la piel, escaldarlos en agua hirviendo durante 30 segundos y pelarlos). Tener albahaca o perejil a mano. Tiempo: 10 minutos.
Cocine la pasta: Ponga a hervir una olla grande con agua salada. Añada la pasta y cocínela según las instrucciones del paquete hasta que esté al dente. Reserve 1/4 de taza del agua de la pasta y escúrrala. Tiempo: 10–12 min (coincide con la salsa).
Saltear los aromáticos: Mientras se cocina la pasta, calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Agrega la cebolla y el laurel. Cocina de 4 a 5 minutos, revolviendo, hasta que la cebolla esté transparente. Agrega el ajo y cocina 1 minuto más.
Añadir tomates: Incorpora los tomates picados y una pizca de sal. Cocina a fuego medio-bajo durante 15-20 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que la salsa espese. Si la salsa está demasiado ácida, añade azúcar. Retira la hoja de laurel.
Combine la pasta y la salsa: Añade la pasta escurrida a la sartén, removiendo para que se impregne bien. Si la salsa está demasiado espesa, añade un poco del agua de la pasta reservada para lograr una consistencia más ligera.
Terminar y servir: Incorporar albahaca o perejil picado fuera del fuego. Probar y rectificar la sazón. Servir caliente con un chorrito de aceite de oliva y queso rallado por encima. Tiempo: 2 minutos.
Calorías | Carbohidratos | Proteína | Gordo | Fibra | Sodio | Alérgenos |
405 kcal | 70 gramos | 11 gramos | 9 gramos | 5 gramos | 11 mg | Gluten (trigo) |
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