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La kremšnita ocupa un lugar especial en la cultura croata de postres: familiar, reconfortante y, a la vez, lo suficientemente ceremonial como para marcar un día memorable. Bajo su blanco velo de azúcar glas se esconde una geometría nítida de texturas: hojaldre crujiente por arriba y por abajo, una alta capa central de crema pastelera que conserva su forma, pero tiembla ligeramente al cortarla. En los pueblos de los alrededores de Zagreb, y especialmente en Samobor, esta porción simboliza una salida, un paseo, un café con la familia o los amigos.
El postre tiene sus orígenes en la tradición austrohúngara más amplia de las cremeschnitte, una crema pastelera que se encuentra en diversas formas desde Viena hasta Bled. La versión croata, conocida como kremšnita o krempita, adquirió identidad propia en el siglo XX. En Samobor, el pastelero Đuro Lukačić creó un estilo característico en la década de 1920: un relleno alto y pálido entre dos láminas de hojaldre, servido en generosas porciones en la plaza del pueblo. Esta kremšnita de Samobor fue posteriormente reconocida como parte del patrimonio cultural inmaterial de Croacia, un guiño formal a algo que los lugareños habían sentido durante décadas.
En esencia, el postre es engañosamente simple. La masa de hojaldre forma la estructura; el centro se compone de leche, huevos, azúcar, una pequeña cantidad de harina o almidón y vainilla. Algunos pasteleros trabajan con una crema pastelera enriquecida con claras de huevo batidas, lo que le da una estructura ligera y aireada que se corta con precisión. Otros añaden una fina capa de nata montada o la estabilizan con gelatina para lograr líneas de pastelería definidas. Cada variante refleja una prioridad ligeramente diferente: ligereza como una nube, bordes definidos para una mejor presentación o un énfasis en la profundidad del huevo.
Esta versión se inclina hacia un equilibrio inspirado en el Samobor. El hojaldre se hornea por separado para que quede crujiente. El relleno, que empieza con una crema pastelera clásica, se mezcla con claras de huevo batidas para crear una crema ligera pero estable. Un molde alto (de unos 23×33 cm) permite una generosa capa de relleno, fiel al estilo de las pastelerías croatas.
El perfil de sabor se percibe con un predominio de vainilla, con la calidez de las yemas de huevo y la suave dulzura de la leche. El hojaldre aporta notas mantecosas y un crujido contrastante, sobre todo en la capa superior, que se ablanda lentamente tras varias horas en el refrigerador. Ese cambio con el tiempo es uno de los placeres discretos de la kremšnita: las rebanadas recién ensambladas muestran un contraste más claro entre la masa crujiente y la crema; al día siguiente, las capas se asientan, la masa cede ligeramente ante la crema pastelera, lo que le da un toque más uniforme.
En las cafeterías, la kremšnita suele acompañar un pequeño expreso o un café turco fuerte, aunque un té o un vaso de leche fría le van igual de bien. Una rebanada suele ser suficiente, pero el postre es lo suficientemente ligero como para acompañar un almuerzo completo de sopa, carne y ensalada, una estructura común en las comidas familiares en la Croacia continental.
Los cocineros caseros a veces lo consideran un proyecto festivo, reservado para fines de semana, vacaciones o visitas de familiares que recuerdan la versión "original" de una pastelería específica. La receta aquí respeta ese sentido de tradición, a la vez que ofrece tiempos de preparación precisos, estándares modernos de seguridad alimentaria para la manipulación de huevos y una estructura que puede adaptarse a variantes con nata montada o gelatina estabilizada, si se desea.
Preparada con cuidado, la kremšnita lleva un clásico de la pastelería croata a la cocina del hogar: una porción que luce impresionante en el plato pero que surge de ingredientes que la mayoría de las despensas ya conocen bien.
12
porciones35
minutos40
minutos500
kcal4
horasLa kremšnita es una tarta de crema pastelera croata hecha con dos láminas de hojaldre y una crema pastelera alta y suave de vainilla. Esta receta sigue el modelo de Samobor: una base crujiente, un relleno generoso de leche, huevos, azúcar, harina y almidón, aligerado con claras de huevo batidas, y una tapa de masa espolvoreada con azúcar glas. La crema pastelera se cuece en la estufa y luego se enfría un poco antes de que el merengue se integre, creando una estructura ligera que aún mantiene las rebanadas limpias. Enfriarla en el refrigerador durante varias horas le da tiempo a la crema pastelera para que se endurezca y las capas se asienten. El resultado es una bandeja estilo panadería con doce porciones, lista para un café, reuniones familiares o como plato final después de una comida tradicional croata.
500 g de hojaldre, descongelado si está congelado - Forma la base y la parte superior; la masa de hojaldre preparada refleja el producto utilizado en muchas pastelerías.
1,2 L de leche entera - Aporta riqueza y cuerpo; la leche entera da una textura más lujosa.
8 huevos grandes, separados - Las yemas enriquecen la crema y las claras se baten hasta formar un merengue suave que aligera la crema, haciéndose eco de las versiones tradicionales de Samobor.
200 g de azúcar extrafino (aproximadamente 1 taza), dividida - Endulza tanto la crema como el merengue.
60 g de harina común (para todo uso) (aproximadamente ½ taza, ligeramente compacta) - Ayuda a espesar las natillas para obtener rebanadas prolijas.
40 g de almidón de maíz (aproximadamente ⅓ de taza) - Agrega poder de fraguado adicional, lo que reduce el riesgo de un relleno suelto o supurante.
2 cucharaditas de extracto de vainilla or 2 sobres de azúcar de vainilla - Aporta el característico aroma a vainilla que se encuentra en las versiones croatas.
¼ cucharadita de sal fina - Equilibra el dulzor y realza el sabor.
2–3 cucharadas de azúcar glas - Para espolvorear la capa superior al estilo clásico de cafetería.
Opción sin gluten: Utilice masa de hojaldre sin gluten y sustituya la harina por almidón de maíz adicional; la textura será un poco más delicada.
Sin lácteos: Existe una kremšnita vegana que utiliza leches vegetales y crema no láctea; sin embargo, esta receta se basa en productos lácteos para lograr estructura y sabor.
Sin huevo: La omisión de los huevos cambia el carácter del postre; para los lectores que necesitan una versión sin huevos, una base de natillas vegana específica es más apropiada que una sustitución parcial.
Precalentar el horno. Calentar a 200°C / 392°F. Cubrir dos bandejas para hornear con papel pergamino. (5 minutos)
Enrolle la masa. Divida la masa de hojaldre por la mitad y estire cada porción formando un rectángulo ligeramente mayor que un molde de 23×33 cm (9×13 pulgadas). Recorte los bordes con cuidado. (10 minutos)
Atracar y lastrar. Coloque las láminas de masa en las bandejas forradas, pinche todas ellas con un tenedor y cúbralas con otra hoja de papel pergamino y una segunda bandeja o pesas para tartas para limitar que se hinchen demasiado. (5 minutos)
Hornear hasta que esté dorado. Hornee de 15 a 20 minutos, dándoles la vuelta una vez, hasta que ambas bandejas estén doradas y crujientes. Retire las bandejas y el papel vegetal; deje enfriar completamente sobre rejillas. (20 minutos en total, superpuestos con la preparación de las natillas)
Coloque la base en la sartén. Una vez enfriado, coloca una lámina de hojaldre en el fondo del molde de 23×33 cm. Si es necesario, recórtala para que encaje bien; reserva la lámina con mejor aspecto para la parte superior. (5 minutos)
Calentar la mayor parte de la leche. En una cacerola grande, calienta 1 litro de leche con la mitad del azúcar (100 g) y la sal a fuego medio hasta que hierva, pero sin que hierva. Remueve de vez en cuando. (8–10 minutos)
Mezclar la base de yema de huevo. En un bol, bata las yemas de huevo con los 200 ml restantes de leche, los 100 g restantes de azúcar, la harina, la maicena y la vainilla hasta obtener una mezcla suave y sin grumos. (5 minutos)
Templar la mezcla de yemas. Vierta una pequeña cantidad de leche caliente en la mezcla de yemas mientras bate, luego vierta todo nuevamente en la cacerola mientras bate constantemente. (2–3 minutos)
Cocine hasta que espese. Regrese la sartén a fuego medio, batiendo constantemente, hasta que la crema espese, burbujee suavemente y no quede sabor a harina; el batidor debe dejar rastros claros. (5–7 minutos)
Mantener caliente fuera del fuego. Retirar del fuego, cubrir la superficie con papel vegetal o film para evitar que se forme una costra mientras se preparan las claras. (2–3 minutos)
Batir las claras de huevo. En un tazón limpio, bata las claras de huevo con una batidora a velocidad media hasta obtener picos suaves y luego firmes y brillantes. Si lo desea, añada 1 o 2 cucharadas de azúcar adicional a la cantidad inicial para mayor estabilidad. (5–7 minutos)
Incorpore las claras a la crema pastelera tibia. Incorpore con cuidado un tercio de las claras de huevo a la crema pastelera tibia para aflojarla, luego incorpore el resto en dos tandas, manteniendo la mayor cantidad de aire posible. (5 minutos)
Verter sobre la base de masa. Vierta inmediatamente la crema aligerada sobre la base de masa en el molde, alisando la superficie con una espátula desplazada. (3 minutos)
Añade la hoja de masa superior. Coloque la segunda lámina de hojaldre encima, con el lado dorado hacia arriba. Presione muy ligeramente para que se adhiera sin aplastar el relleno. (2 minutos)
Enfriar hasta que esté firme. Dejar enfriar a temperatura ambiente, luego refrigerar por al menos 4 horas, preferiblemente durante la noche, hasta que la crema esté completamente cuajada y la rebanada se corte limpiamente. (4 horas inactivo)
Quitar el polvo y cortar. Justo antes de servir, espolvoree la superficie uniformemente con azúcar glas. Use un cuchillo de sierra largo para cortar en 12 cuadrados, limpiando la hoja entre cada corte. (5–10 minutos)
Las estimaciones se basan en datos estándar sobre hojaldre y natillas a base de crema, alineados con las cifras nutricionales publicadas sobre kremšnita, que normalmente varían entre 455 y 527 kcal por porción.
| Nutritivo | Cantidad aproximada por rebanada (1 de 12) |
|---|---|
| Calorías | ~500 kcal |
| Carbohidratos | ~50 gramos |
| Proteína | ~10 gramos |
| Gordo | ~28 gramos |
| Fibra | ~1 gramo |
| Sodio | ~180 mg |
| Alérgenos | Gluten (trigo), huevos, leche (lácteos) |
Estos valores sirven como guía más que como datos clínicos; los números reales varían según la marca de la pastelería, el tamaño del huevo y las dimensiones de las porciones.
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