Sopa de frittaten
La frittatensuppe, un preciado elemento de la gastronomía austriaca, ejemplifica el profundo legado culinario que caracteriza a este montañoso país centroeuropeo. Considerada un clásico nacional, la frittatensuppe trasciende la simple clasificación de una sopa. Resalta la simplicidad de sus ingredientes básicos y revela una rica gama de sabores y relevancia cultural, capturando así la esencia de la cocina casera austriaca.
La frittatensuppe es esencialmente un caldo de res claro cubierto con delicadas tiras de panqueque, a veces conocidas como palateschinken en Austria. Aunque el plato es bastante sencillo de preparar, su fuerte carácter lo ha convertido en una opción muy apreciada a lo largo de los años. Originalmente elaborados como crepes etéreos y delicados (finas y sabrosas capas de masa cocinadas hasta alcanzar un suave color dorado), los panqueques son... Estos panqueques se enrollan cuidadosamente y se cortan en delicadas tiras al enfriarse, para luego mezclarlos con el caldo humeante justo antes de servir. El resultado ofrece una interesante interacción de texturas: los panqueques suaves y resistentes, al absorber el caldo intenso y cargado de umami, resultan en una comida reconfortante y satisfactoria.
Sin duda, Austria es el lugar donde surgió este plato, pero su influencia se siente en las zonas aledañas. La frittatensuppe se asemeja esencialmente al flädle, una cocina similar procedente de Baden-Württemberg, en el sur de Alemania. En ambos países, la idea de combinar ingredientes sencillos pero sabrosos, como panqueques y caldo claro, resalta la genialidad de la cocina regional, perfeccionada a lo largo de los siglos. Comúnmente conocida como flädlesuppe, la variante alemana refleja la misma idea: delicadas tiras de panqueques salados, presentadas en un caldo claro o consomé de res. Derivada de los tradicionales eierkuchen, o pasteles de huevo, los alemanes la llaman Eierkuchen Suppe.
Del italiano frittata, que significa "frito", el término "frittaten" proviene de la cocina italiana, que suele estar relacionada con el huevo. Esta conexión pone de relieve las complejas interacciones entre los elementos culturales que históricamente han contribuido al desarrollo de la cocina austriaca. Cabe destacar que la palabra frittata sigue siendo importante en las costumbres culinarias italianas, sobre todo en relación con las tortillas que se asemejan a los panqueques austriacos presentes en la frittatensuppe.
Además de su sencilla gastronomía, la frittatensuppe refleja un gran valor cultural en Austria. Es más que simple comida; es un tema central en muchas obras literarias. Célebre por su agudo humor y su profundo análisis de la sociedad, el eminente escritor austriaco Thomas Bernhard utilizó la frittatensuppe como un elemento recurrente en su obra. Bernhard muestra el camino de un actor desilusionado que recorre las provincias austriacas en su drama Der Theatermacher ("El hacedor de teatro"), expresando su descontento con la calidad de la frittatensuppe que encuentra. Aunque divertida, su crítica enfatiza la importancia de esta comida en la sociedad austriaca y su conexión con la experiencia culinaria cotidiana. De hecho, las frecuentes visitas de Bernhard a una posada en Gaspoltshofen, conocida por su inigualable frittatensuppe, dieron origen a una singular experiencia culinaria. Al llegar para disfrutar de la sopa, los invitados estaban ansiosos por comprender la conexión de Bernhard con la comida y su importancia en la cocina austriaca.
La importancia de la Frittatensuppe en el cariño del pueblo austriaco se ha acentuado con el paso de los años. Actualmente, este plato es un símbolo del orgullo nacional austriaco y se sirve a menudo tanto en hogares como en restaurantes de todo el país. Refleja no solo los sabores de una receta apreciada, sino también la rica historia y las costumbres de una sociedad que valora la comida como un vínculo fundamental con su legado y con quienes la consumen.
La principal ventaja de este plato reside en su sencillez. Refleja una cocina vigorizante y nutritiva que fortalece tanto el ser interior como la forma física. Ya sea disfrutada en un fresco día de invierno o en una celebración, la Frittatensuppe es un clásico monumento al bienestar que se encuentra en los ingredientes más básicos. Al igual que la propia Austria, esta comida también tiene una rica historia que se revela constantemente, plato a plato.
Sopa de frittaten
Receta de Ayudante de viaje SPlato: SopasCocina: austriacoDificultad: Fácil4
porciones30
minutos40
minutos300
kcalFrittatensuppe presenta un estudio de moderación y refinamiento, su simplicidad desmiente el cuidado invertido en cada elemento. Finas tiras de panqueques de harina de huevo, cortadas con deliberada precisión, flotan sobre un caldo claro y ámbar perfumado con cebolla suave y laurel. Una pizca de perejil recién picado corona cada porción, impartiendo un toque de aroma verde y una nota de contraste visual con la paleta cálida y neutra de la sopa y las tiras. En su austera elegancia, el plato ofrece tanto comodidad como claridad: cada bocado produce el tierno crujido del borde del panqueque, seguido del sabor limpio del caldo. El método se despliega con mesurada atención. Una masa de huevos batidos, harina tamizada, leche y mantequilla derretida, sazonada modestamente con sal y pimienta negra recién molida, se bate hasta que esté completamente suave. En una sartén ligeramente engrasada a fuego moderado, los panqueques finos se cocinan hasta que su parte inferior adquiere un dorado pálido; Cada frittaten se enrolla y se corta finamente en rodajas uniformes. Mientras tanto, se lleva a ebullición suave una olla de caldo de res o pollo con cebolla en rodajas, hojas de laurel y una ramita de perejil, dejándolo reposar el tiempo justo (de cinco a siete minutos) para que los aromas atemperen el caldo. Para servir, se sirve el caldo en cuencos individuales, se colocan los frittaten uniformemente dentro y se espolvorea perejil para completar la composición. Ya sea como entrante o como un plato principal sencillo, la Frittatensuppe requiere poco más que pan crujiente o un panecillo blando para lograr una comida sencilla y memorable.
Ingredientes
- Para los panqueques (Frittaten)
2 huevos grandes
1 taza de harina para todo uso
1 taza de leche
1 cucharada de mantequilla derretida
Una pizca de sal
Pimienta negra recién molida (opcional)
- Para el caldo
4 tazas de caldo de res o pollo (preferiblemente casero o de alta calidad)
1 cebolla pequeña, pelada y cortada por la mitad
1-2 hojas de laurel
Perejil fresco picado (para decorar)
Instrucciones
- Preparar los panqueques (Frittaten)
- En un bol, bate los huevos, la harina, la leche, la mantequilla derretida, una pizca de sal y pimienta hasta obtener una masa suave.
- Calienta una sartén antiadherente a fuego medio y engrásala ligeramente con mantequilla o aceite.
- Vierta una pequeña cantidad de masa en la sartén para crear una capa fina, girando la sartén para distribuir la masa de manera uniforme.
- Cocine durante 1 a 2 minutos hasta que los bordes comiencen a levantarse, luego voltee el panqueque y cocine durante 30 segundos a 1 minuto más.
- Retire el panqueque y resérvelo. Repita el proceso con el resto de la masa para preparar de 3 a 4 panqueques.
- Cortar los panqueques
- Una vez que los panqueques se hayan enfriado un poco, apílelos y enróllelos firmemente.
- Use un cuchillo afilado para cortarlas en tiras finas (de aproximadamente 6 mm de ancho). Estas tiras se llaman Los liberados.
- Preparar el caldo
- En una olla grande, ponga a hervir a fuego lento el caldo de res o de pollo.
- Añade las mitades de cebolla y las hojas de laurel a la olla y deja que el caldo hierva a fuego lento durante unos 5-7 minutos, para que los sabores se integren. Si prefieres un sabor más intenso, deja que el caldo hierva a fuego lento un poco más.
- Retire la cebolla y las hojas de laurel antes de servir.
- Armar la sopa
- Vierta el caldo caliente en tazones.
- Coloque un puñado de Frittaten (tiras de panqueques) en cada tazón.
- Decorar con perejil fresco para darle más sabor y color.
Notas
- Elección de caldo - Para un sabor más intenso, puedes usar caldo casero o caldo de res, que combina de maravilla con los panqueques. El caldo de pollo también es una excelente opción para una versión más ligera.
- Sugerencias de presentación - La frittatensuppe se puede servir como entrante o como plato principal ligero. Se suele disfrutar acompañada de pan fresco o panecillos.
- Personalización - Siéntete libre de agregar un poco de pimienta recién molida o un toque de nuez moscada a los panqueques para darle más sabor.
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