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La tiropita es uno de los bocadillos más populares de Grecia, presente en todas las panaderías y cocinas. Su nombre significa literalmente "pastel de queso" y, en esencia, se trata de un relleno de quesos griegos envuelto en capas de crujiente y mantecosa masa filo. El relleno más común combina queso feta salado con ricotta o queso crema más suave, huevos batidos y hierbas frescas como eneldo o perejil. Al hornearse, la masa adquiere una textura dorada y hojaldrada, mientras que el interior se vuelve suave y cremoso. Cada bocado ofrece un rico contraste de texturas: una masa filo crujiente y dorada envuelve un centro de queso esponjoso y ácido.
Los orígenes de la tiropita se remontan a siglos atrás, a los imperios otomano y bizantino, donde se desarrollaron platos de hojaldre en capas. En griego, agave Significa pastel, y tirópita se refiere específicamente a los pasteles de queso. Tradicionalmente, las familias de islas como Creta o Paxos tenían sus propias variantes: algunos enrollaban el queso en espirales, otros lo doblaban en cuadrados o sobres, pero el pastel triangular hecho a mano es ahora muy popular. Los vendedores ambulantes los venden calientes por docenas, y la mayoría de los cafés griegos sirven tirópita junto con el café de la mañana o como merienda.
En cuanto al sabor, su sabor es inconfundiblemente griego. El toque ácido del feta se funde con el relleno suave y ligero de huevo y ricotta, creando un interior cremoso que contrasta con la corteza hojaldrada. Se frota mantequilla (o aceite de oliva) entre cada lámina para lograr múltiples y delicadas capas. Las coberturas varían: las semillas de sésamo son comunes, sobre todo en China continental, mientras que las semillas de orégano o nigella aparecen en algunas regiones. Comparada con los pasteles salados de otras cocinas, la tirópita es única por su estructura hojaldrada, que no requiere tenedor ni cuchillo.
Como la pasta filo puede ser complicada, preparar la tirópita se considera una habilidad. Muchos cocineros caseros usan un truco sencillo: untar mantequilla y arrugar pequeñas cantidades de pasta filo sobre el queso en lugar de doblarlas perfectamente. Este método rústico le da un aspecto casero y texturizado, y es ideal para principiantes. A pesar de su apariencia, estas empanadas no deben ser grasosas; usar una cantidad moderada de mantequilla clarificada (o una mezcla de mantequilla y aceite de oliva) ayuda a mantenerlas ligeras. Bien hecha, la tirópita tiene un sabor lujoso pero a la vez sustancioso: una mezcla de sofisticación y comodidad casera en un plato.
En resumen, cada cocina griega tiene su propia variante de tirópita, pero todas comparten la sencilla comodidad de la masa hojaldrada y el rico queso.
6
porciones30
minutos45
minutos260
kcalPara preparar la tirópita, se colocan capas de masa filo en una fuente de horno, untadas con mantequilla (o aceite). Se extiende una mezcla desmenuzada de queso y huevo (normalmente feta, ricotta o kasseri, huevos y hierbas) sobre una parte de la masa. Se colocan más láminas de masa filo (enrolladas o arrugadas) sobre el relleno, untando de nuevo con mantequilla entre capas. La tarta se hornea hasta que esté dorada. Queda inflada y fragante, con bordes crujientes y un interior cremoso. Cortadas en triángulos o cuadrados, estas tartas se disfrutan mejor calientes, aunque también están deliciosas a temperatura ambiente.
Masa filo: 12–14 hojas (1 paquete), descongeladas. (Mantenga la pila cubierta con una toalla húmeda para evitar que se seque).
Manteca: ½ taza (115 g), derretida. O utilice aceite de oliva para una versión más ligera.
Queso feta: 8 oz (225 g), desmenuzado.
Ricotta o queso crema: 4 onzas (115 g). Añade cremosidad al relleno.
Huevos: 2 grandes, batidos.
Leche (opcional): 2 cucharadas (hace que el relleno sea un poco más suave).
Semillas de sésamo: 1 cucharada (para aderezar).
Hierbas frescas: 1 cucharada de eneldo fresco picado, perejil u orégano.
Sal y pimienta: al gusto. (El queso feta es salado, así que pruébelo antes de agregar sal adicional).
Precalentar el horno. Precalentar a 175 °C (350 °F). Engrasar ligeramente un molde para hornear de 23 x 33 cm (9 x 13 pulgadas).
Preparar el relleno. En un tazón, combine el queso feta desmenuzado, la ricota (o queso crema), los huevos batidos, las hierbas picadas y la leche. Revuelva hasta que esté bien mezclado. Sazone ligeramente con pimienta; no agregue mucha sal debido al sabor salado del queso feta.
Coloque capas de hojaldre. Desenrolle la masa filo y coloque 6 láminas en el molde, untando cada una ligeramente con mantequilla derretida o aceite antes de colocar la siguiente. Deje que el exceso sobresalga por los lados del molde.
Añadir relleno. Extiende la mezcla de queso y huevo uniformemente sobre las capas de filo.
Cubrir con masa filo. Toma las 6-8 láminas restantes de filo, úntalas con mantequilla y apriétalas o dóblalas ligeramente antes de colocarlas sobre el relleno. (También puedes colocarlas en capas planas y doblar los bordes sobrantes de las láminas inferiores). Unta la última capa con mantequilla.
Espolvorea semillas de sésamo uniformemente por encima. Hornea de 30 a 40 minutos, hasta que el pastel esté dorado y el relleno esté cuajado (no debe moverse). Si la superficie se dora demasiado rápido, cúbrela con papel aluminio.
Cortar y servir. Deja reposar el pastel 5 minutos. Córtalo en triángulos o cuadrados con un cuchillo afilado. Sírvelo caliente o a temperatura ambiente.
| Nutrición | Por porción (3 triángulos) |
|---|---|
| Calorías | 260 kcal |
| Grasa total | 15 g (grasas saturadas 6 g) |
| Carbohidratos | 21 gramos |
| Fibra dietética | 2 gramos |
| Azúcares | 3 gramos |
| Proteína | 9 gramos |
| Alérgenos | Gluten, lácteos, huevos |
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