La lakerda es un apreciado meze tradicional griego elaborado con bonito curado en salmuera (un pez grande parecido al atún). Su preparación consiste en conservar filetes gruesos de bonito fresco en salmuera durante varios días hasta que la carne esté firme y de un intenso sabor. Una vez listas, las lonchas de lakerda se sirven simplemente rociadas con aceite de oliva virgen extra y zumo de limón fresco. El resultado es un aperitivo intensamente sabroso y ligeramente ácido que realza la esencia pura del pescado. Degustada lentamente con pequeños trozos de pan y acompañada de ouzo o vino, la lakerda personifica la forma griega de disfrutar de la comida y la bebida con amigos.
Esta antigua técnica de conservación del pescado fue históricamente importante antes de la refrigeración. Las comunidades costeras de Grecia, especialmente en el Egeo, llevan mucho tiempo curando el bonito (y otros pescados grandes) para disfrutar de su pesca durante todo el año. El proceso es sencillo pero largo: los bonitos se capturan a finales de primavera o verano, cuando el pescado está más graso. Fileteado y abierto en mariposa, la carne se coloca en capas con sal marina gruesa en un recipiente y se le aplica un peso. Durante días o semanas en un ambiente fresco, se extrae la humedad del pescado, intensificando su sabor y dándole una textura firme. En algunas recetas familiares se pueden añadir hojas de laurel o vinagre para aromatizar.
La lakerda terminada tiene un color rosa anaranjado translúcido y una textura firme, similar a la de un filete. Parece casi sashimi o salmón ahumado en bandeja. Se suelen servir en lonchas finas, lo que permite a los comensales masticar lentamente y disfrutar de la intensidad del sabor. La sal marina se suaviza considerablemente al lavarla; lo que queda tiene un sabor intenso y sabroso, con un toque marino. El aceite de oliva virgen extra aporta suavidad y un toque afrutado, mientras que el limón fresco aporta un contraste brillante. Se pueden añadir algunos granos de pimienta molida o alcaparras, pero a menudo el plato queda muy simple, un testimonio de la calidad del pescado.
La lakerda es un clásico de la gastronomía griega de verano, y se sirve habitualmente en tabernas costeras y fiestas en el jardín. A menudo se sirve como... conferencia (un aperitivo de cóctel antes de comer) acompañado de salsas como tzatziki o taramasalata. En muchas regiones, se marida con ouzo o tsipouro, licores anisados cuyo aroma complementa el del pescado curado. El plato común de lakerda invita a la conversación y al disfrute relajado. Compartir el plato forma parte de la experiencia: cada persona toma una rodaja, exprime un poco de limón y la saborea lentamente.
Hoy en día, preparar lakerda en casa es una tarea que requiere mucho cariño, ya que requiere tiempo y espacio. Para la mayoría de los cocineros, es más fácil comprar lonchas de bonito ya curadas en tiendas especializadas o charcuterías. Sin embargo, conocer la tradición que lo sustenta aumenta su aprecio. El pescado debe estar muy fresco desde el principio (a menudo se marina entero inmediatamente después de la captura), y el proceso de curación refleja los ritmos estacionales; por ejemplo, coincide con la Semana Santa o las festividades de verano, cuando se suelen servir conservas.
En resumen, la lakerda representa el respeto de Grecia por los mariscos y los ingredientes sencillos. Es a la vez una humilde comida campesina (que conserva las sobras) y un preciado manjar. Quienes la prueben notarán su untuosa riqueza y la persistencia de sus sabores en el paladar. Es un plato que enseña paciencia: el proceso de curación lleva tiempo, pero el bocado final es gratificante. Si le encantan las carnes o el pescado curados, la lakerda es el regalo de Grecia a la categoría de proteínas curadas.