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La halva es un postre griego muy apreciado, conocido por su cálido aroma a nuez y su textura desmenuzable. Se disfruta a menudo en días festivos y ocasiones especiales, y combina sémola de trigo tostada con un fragante jarabe de azúcar especiado con canela y clavo. En Grecia, la halva está estrechamente vinculada a la Cuaresma ortodoxa, cuando este dulce sin lácteos ofrece consuelo y tradición.
Históricamente, el término "halva" simplemente significa "dulce", lo que refleja su papel como postre reconfortante que se remonta a las riquezas del Mediterráneo Oriental. Una versión clásica se prepara tostando lentamente la sémola en aceite de oliva o mantequilla hasta que esté dorada, y luego vertiéndole jarabe de azúcar caliente para que los granos se hinchen y absorban el sabor. El resultado es un pudín tibio y dorado que conserva su forma al enfriarse, pero se mantiene suave y agradable al paladar.
Los sabores añadidos suelen incluir pasas gruesas y frutos secos crujientes como almendras o piñones, lo que aporta al postre un toque dulce y una textura variada. Algunos cocineros añaden una espiral de tahini (pasta de sésamo) para darle un toque más intenso, o lo decoran con una pizca de canela. Un tazón de halva ofrece notas especiadas y melosas con un toque ácido de naranja o vainilla, que hacen que cada cucharada sea profundamente satisfactoria.
La halva griega se remonta a la historia de recetas antiguas y se presenta en diversas variantes en Oriente Medio y los Balcanes. En Grecia, ocupa un lugar especial el Lunes Santo (inicio de la Cuaresma) y suele acompañarse con taramasalata y platos vegetarianos durante la festividad. Independientemente de cómo se sirva, este pudín de sémola especiado sigue siendo una expresión atemporal de la cocina casera griega.
8
porciones15
minutos20
minutos330
kcalEsta clásica halva griega se prepara con sémola tostada en mantequilla o aceite de oliva, y luego se cuece a fuego lento en un almíbar dulce con canela. El tostado crea un cálido aroma a nuez mientras el almíbar se absorbe en los granos, dando como resultado un pudín suave y consistente. La mezcla se enriquece con pasas doradas y crujientes frutos secos como almendras o piñones. Una vez cocida, la halva se deja reposar hasta formar una masa firme que se corta fácilmente. Antes de servir, se puede decorar con un chorrito de tahini de sésamo, una pizca extra de canela o una pizca de frutos secos picados. Esta receta rinde aproximadamente 8 porciones de halva rica y especiada: un dulce ideal para la Cuaresma o para cualquier momento en que se necesite un postre reconfortante y reconfortante.
1 taza (200 g) de sémola de trigo (molienda fina o media)
4 cucharadas (60 ml) de mantequilla o aceite de oliva (para una opción sin lácteos)
3/4 taza (150 g) de azúcar granulada o miel (la miel aporta un sabor profundo)
2 tazas (480 ml) de agua
1 rama de canela o 1 cucharadita de canela molida (especia aromática)
2-3 clavos enteros o una pizca de clavo molido (especia caliente)
Una pizca de sal
1/4 taza (40 g) de pasas doradas o grosellas (remojadas en agua tibia durante 10 minutos para que se esponjen)
1/2 taza (60 g) de almendras o piñones, picados gruesos o tostados (para que queden crujientes)
2 cucharadas de tahini (pasta de sésamo), opcional (para rociar por encima o mezclar)
Tostar las nueces: Precalienta el horno a 175 °C (350 °F). Extiende las almendras o piñones picados en una bandeja para hornear. Tuéstalos en el horno durante unos 5 minutos hasta que desprendan su aroma. Retíralos y déjalos enfriar (5 minutos).
Preparar el almíbar: En una cacerola mediana, combine 2 tazas (480 ml) de agua, 3/4 de taza (150 g) de azúcar (o miel), la rama de canela y los clavos de olor, además de una pizca de sal. Hierva la mezcla a fuego medio-alto, removiendo para disolver el azúcar. Una vez que hierva, reduzca el fuego a bajo y cocine a fuego lento durante 5 minutos para que las especias se infusionen. (10 minutos) Deseche la rama de canela y los clavos de olor.
Tostar la sémola: Mientras tanto, en una cacerola de fondo grueso aparte, derrita la mantequilla a fuego medio (o caliente aceite de oliva para una versión sin lácteos). Añada la sémola y cocine, removiendo constantemente con una cuchara de madera, hasta que la mezcla esté dorada y desprenda aroma, unos 3-5 minutos. (5 minutos)
Combinar con almíbar: Vierta con cuidado el almíbar caliente sobre la sémola tostada, removiendo enérgicamente. La mezcla formará espuma y burbujeará. Continúe removiendo hasta que la sémola absorba todo el líquido. Luego, reduzca el fuego a bajo y cocine durante 1 o 2 minutos más. (2 minutos)
Añade frutas y frutos secos: Incorpore las pasas rebozadas y la mitad de las nueces tostadas a la mezcla de halva. Cocine durante 1 o 2 minutos más para distribuirlas uniformemente. (2 minutos)
Establezca la mitad: Transfiera la halva a un molde de 20x20 cm (8x8 pulgadas) engrasado o forrado con papel vegetal. Presione uniformemente y apisone bien con el dorso de una cuchara. Espolvoree las nueces restantes por encima y (si usa) rocíe tahini formando un remolino sobre la superficie. Tape el molde y deje reposar la halva durante unos 15 minutos para que cuaje. (15 minutos)
Cortar y servir: Una vez enfriado, corte la halva en cuadrados o rombos. Los bordes deben conservar su forma, pero el interior aún estará húmedo. Espolvoree con un poco de canela molida o azúcar extra, si lo desea. Sírvala caliente o a temperatura ambiente.
Calorías | 330 kcal |
Carbohidratos | 48 gramos |
Gordo | 14 gramos |
Proteína | 5 gramos |
Fibra | 2 gramos |
Alérgenos | Gluten (trigo), almendras (frutos secos), lácteos (si se usa mantequilla) |
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