Lisboa – Ciudad de arte callejero
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Rechta (from Arabic Reeshta, que significa "hilo") es un plato típico de Argel y Blida, aunque se disfruta en toda Argelia con toques regionales. La leyenda atribuye el origen de la rechta a la Persia medieval y la España andaluza, donde los fideos y la pasta eran comunes; los argelinos adaptaron el concepto a los fideos de sémola de trigo duro enrollados a mano. Siguiendo la tradición, la pasta se prepara fresca en casa: la masa se extiende muy fina, se corta en tiras anchas y se cuece hasta que esté tierna.
En Constantina y el este de Argelia, se puede encontrar una versión con tomate y verduras: la rechta en una salsa de tomate contundente, zanahorias, cebollas y perejil. Pero la versión de Argel se distingue por una delicada armonía de especias —un toque de canela y nuez moscada— y por servir el pollo o el cordero junto con los fideos. En cualquier caso, la rechta es un símbolo de celebración y hospitalidad. Se sirve con frecuencia en bodas y en festividades religiosas especiales como el Eid al-Adha. Los invitados y las familias suelen reunirse para la rechta, con las mujeres de la casa ayudando a amasar la masa y los niños alineando los fideos cocidos en una bandeja.
La preparación del rechta se considera algo laboriosa, por lo que suele reservarse para comidas festivas en lugar de cenas cotidianas. El toque final siempre es especial: se espolvorea con canela molida o almendras tostadas trituradas, lo que le aporta aroma y un toque dulce. El rechta destaca entre los platos de pasta del norte de África como un plato reconfortante, refinado y festivo.
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porciones60
minutos60
minutos600
kcalLa rechta consiste en pasta de sémola casera servida en una salsa de pollo y nabo ligeramente especiada. Los fideos se enrollan y se cortan en tiras largas y planas. La salsa se cocina con pollo y verduras, se sazona con pimienta blanca, canela y un roux ligero (pasta de harina y mantequilla) para darle cuerpo. Para servir, los fideos se colocan en capas en un plato y se vierten con una cuchara la salsa de pollo y nabos. Decoraciones de canela y aceitunas por encima aportan textura y sabor. El resultado es un plato reconfortante de textura cremosa que equilibra los sabores de la carne con especias cálidas.
2 tazas de harina de sémola (más extra para espolvorear)
Una pizca de sal
Agua (suficiente para formar una masa firme)
2 cucharadas de mantequilla (o 1 cucharada de mantequilla + 1 cucharada de aceite de oliva)
1 cebolla finamente picada
2 dientes de ajo picados
¼ cucharadita de pimienta blanca (o pimienta negra recién molida)
¼ cucharadita de canela molida (más extra para decorar)
1 pollo entero (aproximadamente 800 g), cortado en trozos para servir
2 nabos pelados y cortados en trozos (o sustituir por chirivía)
½ taza de garbanzos (opcional)
Sal al gusto
2 cucharadas de harina para todo uso (para roux)
1½ tazas de caldo de pollo o agua
Unas almendras blanqueadas o aceitunas verdes (para decorar)
Preparar la masa para pasta: En un bol, mezcla la sémola con una pizca de sal. Añade agua poco a poco y amasa hasta formar una masa firme y suave. Deja reposar tapada durante unos 30 minutos.
Formar los fideos: Divida la masa en porciones. Extienda cada porción sobre una superficie enharinada, lo más fina posible. Una vez muy fina, estírela sin apretar como un pergamino y córtela transversalmente en tiras estrechas. Extienda las tiras; espolvoréelas ligeramente con harina para evitar que se peguen. Como alternativa, use una máquina para pasta para extender la masa en láminas finas y cortarlas en tiras.
Cocine la pasta: Pon a hervir una olla grande con agua salada. Agrega las tiras de pasta y cocínalas hasta que estén al dente (unos 3-5 minutos). Escurre y enjuaga con agua fría. Revuelve los fideos con un poco de mantequilla o aceite para mantenerlos separados. Coloca los fideos en una fuente o platos individuales.
Preparar la salsa: En una cacerola, derrita la mantequilla y agregue la cebolla. Saltee hasta que esté transparente. Agregue el ajo, la pimienta blanca y la canela; tueste brevemente. Sazone los trozos de pollo con sal y agréguelos a la cacerola. Dore por todos lados.
Añadir nabos: Incorpore los trozos de nabo y vierta suficiente caldo para cubrirlos. Cocine a fuego lento durante unos 30 minutos, hasta que el pollo esté tierno y los nabos estén cocidos. Si usa garbanzos, agréguelos durante los últimos 5 minutos de cocción.
Hacer un roux (opcional): En una sartén pequeña, derrita un poco de mantequilla y bata la harina hasta formar una pasta. Cocine durante un minuto y luego incorpore lentamente este roux al guiso de pollo para que espese un poco. Cocine a fuego lento durante 5 minutos más.
Combinar y servir: Vierta suavemente el pollo caliente y los nabos sobre los fideos. Rocíe un poco de salsa sobre la pasta. Espolvoree con una pizca de canela molida. Decore con almendras o aceitunas. Sirva caliente.
Información nutricional (aprox. por porción) |
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Calorías | 600 |
Grasa total | 20 gramos |
Carbohidratos | 70 gramos |
Fibra dietética | 8 gramos |
Proteína | 30 gramos |
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