Ghribia (Montecaos)

Ghribia - Montecaos (galletas de almendra cortas y desmenuzables)

Las ghribias (comúnmente conocidas como Montecaos) son unas clásicas galletas argelinas de almendra, famosas por su textura que se deshace en la boca y su sutil dulzura. Cada galleta mantecosa tiene un delicado sabor a nuez, un toque de vainilla y una textura crujiente antes de disolverse en la lengua. Estas pequeñas galletas redondas se sirven tradicionalmente a la hora del té o en reuniones familiares, ofreciendo un momento de tranquilidad y consuelo. Originarias del norte de África, las ghribias combinan ingredientes básicos sencillos (harina, azúcar y aceite) para crear un delicado capricho que parece frágil, pero que se mantiene firme el tiempo justo para saborearlo.

La masa para la ghribia no contiene huevos ni levadura. Su miga suave se obtiene mezclando cuidadosamente y dejando reposar la masa. Los cocineros argelinos suelen dejar reposar brevemente las bolas de masa antes de hornear, lo que ayuda a asegurar una textura uniforme. Una ligera capa de azúcar glas o una pizca de canela molida sobre cada galleta le da el toque final. A lo largo de los años, las familias han transmitido esta sencilla receta de abuela a nieta, convirtiéndola en una reliquia apreciada de la cocina argelina.

Aunque la preparación de las ghribia es sencilla, la habilidad reside en el tiempo y la técnica. Un panadero experto vigila atentamente durante el breve horneado para que los bordes apenas se doren. Las galletas terminadas son pálidas y frágiles, listas para desmoronarse con solo tocarlas. Servidas en una bandeja con té de menta o café, estas delicadas galletas suelen provocar sonrisas nostálgicas. Cada bocado evoca recuerdos de cocinas cálidas y conversaciones tranquilas, demostrando que la dulzura discreta puede dejar una huella imborrable.

El nombre "ghribia" proviene de la palabra árabe para "extraño", quizás en alusión a la forma en que la galleta parece desaparecer al comerla. De hecho, un viejo dicho dice que la galleta desaparece sin dejar rastro una vez que se derrite en la lengua. Existen versiones de este bizcocho en todo el norte de África y Oriente Medio: por ejemplo, la ghurayba libanesa, la ghrayebet el djeraz tunecina y la acıbadem kurabiyesi turca comparten el concepto básico de una galleta crujiente y con sabor a nuez. En Argelia, lo que distingue a la ghribia es a menudo el uso de aceite o smen en lugar de mantequilla y la adición de frutos secos como almendras o sésamo. Algunas familias apuestan por añadir sésamo molido o un poco de pasta de almendras a la masa para darle más cuerpo, mientras que otras prefieren harina y azúcar para un resultado más delicado.

Históricamente, estas galletas podrían haber viajado por las rutas comerciales desde Andalucía; los mantecaos españoles (galletas de mantequilla a base de manteca) y el ka'ak marroquí son primos lejanos. Sea cual sea su origen, las ghribias se han convertido en un pilar de la mesa dulce argelina. Se asocian especialmente con el Ramadán, donde se sirven en el iftar para proporcionar energía rápida después del ayuno. Al no contener huevos ni leche, estas galletas se conservan bien durante el día y son un dulce ideal para ofrecer a los invitados que llegan después del atardecer. Hornear ghribias suele ser una actividad multigeneracional; las abuelas enseñan a sus nietos la forma correcta de moldear y hornear la masa, manteniendo viva la tradición.

En cuanto a la textura, las ghribias son intencionalmente secas y arenosas. Esto se logra mediante un mezclado mínimo: el objetivo es cubrir cada partícula de harina con aceite y luego manipular la masa lo menos posible. Como resultado, las galletas horneadas forman una delicada red que se deshace fácilmente. Bien hechas, las ghribias deben apenas dorarse por fuera y desmoronarse suavemente con la más mínima presión. Los chefs señalan que enfriar las bolas de masa antes de hornearlas ayuda a que mantengan su forma y evita que se extiendan demasiado.

En las recetas modernas, a veces se añaden ingredientes como un toque de leche en polvo o una pizca de anís molido para realzar el sabor, aunque no son tradicionales. Sin embargo, la esencia de la ghribia sigue siendo la misma: ingredientes sencillos combinados con precisión para crear una galleta que es mucho más que la suma de sus partes. Los cocineros suelen decir que, una vez que se prueba la fragilidad exacta de una ghribia perfecta, se entiende por qué es una favorita de las familias en Argelia.

Ghribia (Montecaos): Galletas argelinas de almendras desmenuzables

Receta de Ayudante de viaje SPlato: PostreCocina: argelinoDificultad: Fácil
Porciones

20

galletas
Tiempo de preparación

15

minutos
Tiempo de cocción

15

minutos
Calorías

190

kcal

Esta receta rinde aproximadamente 20 delicadas galletas argelinas de almendras, hechas con harina, aceite y azúcar glas. La masa se amasa suavemente, se forma en bolitas y se hornea hasta que los bordes estén ligeramente dorados. Las galletas resultantes son sutilmente dulces, con un delicado aroma a almendra y una miga que se deshace en la boca. Una ligera capa de canela o azúcar le da el toque final. La preparación es rápida y solo requiere unos sencillos pasos; tras un breve horneado, las galletas se enfrían y cuajan rápidamente. Sírvalas a temperatura ambiente con té o café. En total, el tiempo total de preparación (incluyendo reposo, moldeado y horneado) es de unos 45 minutos, lo que las convierte en una delicia fácil y gratificante para cualquier ocasión. La masa se puede preparar con antelación y conservar refrigerada durante la noche antes de hornear.

Ingredientes

  • 1 taza de harina para todo uso (125 g): aporta estructura; se puede sustituir con harina integral o sin gluten.

  • 1 taza de harina de almendras (120 g): agrega una miga tierna y sabor a almendras (o sustituye con harina común adicional).

  • 1/2 taza de azúcar glas (60 g) – endulza la masa.

  • 1 taza de aceite vegetal (240 ml): aporta humedad y riqueza (se puede usar aceite de oliva o mantequilla derretida para obtener un sabor diferente).

  • 1/4 cucharadita de polvo para hornear (opcional, para una textura ligeramente más ligera).

  • 1 cucharadita de extracto de vainilla – para aroma (el agua de azahar es un sustituto fragante).

  • Pizca de sal: equilibra el dulzor.

  • Canela molida (para espolvorear): decoración opcional para dar sabor y color.

Instrucciones

  • Precaliente el horno a 180°C (350°F) y cubra una bandeja para hornear con papel pergamino.

  • Mezcle el azúcar glas, el aceite y el extracto de vainilla en un tazón grande hasta que estén bien combinados. (Tiempo: 5 minutos)

  • Incorpore la harina de almendras y la mitad de la harina común hasta formar una masa homogénea. (Tiempo: 2 minutos)

  • Añade la harina restante poco a poco, amasando suavemente hasta formar una masa suave y no pegajosa. (Tiempo: 5 minutos)

  • Separa porciones de masa del tamaño de una nuez y forma una bola con cada una. Colócalas en la bandeja para hornear, separadas aproximadamente 2,5 cm entre sí. (Tiempo: 5 minutos)

  • Aplana suavemente cada bola de masa con la palma de la mano y espolvorea ligeramente la superficie con canela molida. (Tiempo: 2 minutos)

  • Hornear durante 12 a 15 minutos, o hasta que los bordes estén apenas dorados. (Tiempo: 12 minutos)

  • Sacar las galletas del horno y dejarlas enfriar completamente sobre una rejilla (unos 10 minutos).

Equipo necesario

  • Cuencos para mezclar
  • Batidor o cuchara para revolver
  • Tazas y cucharas medidoras
  • Bandeja para hornear y papel pergamino
  • Rejilla de enfriamiento

Consejos, solución de problemas y variaciones

Sugerencias de presentación y maridajes

Sirva las ghribias a temperatura ambiente en un plato decorativo, acompañadas de té de menta o café. Estas galletas son un elegante complemento para cualquier plato de postres. Su sutil dulzura complementa otras delicias norteafricanas como los cuernos de gacela o el makrout, y su pequeño tamaño las hace ideales para fiestas y cajas de regalo.

Almacenamiento y recalentamiento

Guarde las ghribia horneadas en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta una semana; esto las mantiene crujientes y no rancias. Estas galletas también se congelan bien: envuélvalas individualmente y congélelas hasta por 3 meses. Descongélelas a temperatura ambiente antes de servir. Si lo desea, vuelva a calentarlas en un horno a 160 °C (325 °F) durante unos minutos para que el borde quede crujiente, pero se disfrutan mejor así.

Variaciones y sustituciones

  • Mantequilla o mezcla de mantequilla y aceite: Reemplace el aceite vegetal con mantequilla derretida o una mezcla de mantequilla y aceite para obtener un sabor más rico y tradicional.
  • Harina de sémola: Sustituya parte de la harina común por sémola fina para darle una textura tierna (una técnica tomada de las recetas de ghribia tunecinas).
  • Ralladura y especias: Añade una cucharadita de ralladura de limón o naranja para un aroma cítrico intenso. Una pizca de cardamomo molido o un chorrito de agua de azahar también pueden darle un toque argelino característico.
  • Sin gluten: Utilice harina de almendras 100% o una mezcla de harina de almendras y sin gluten; la textura será más tierna y las galletas serán aptas para dietas sin gluten.

Consejos del chef

  • Utilice un tamaño uniforme para cada galleta: una cuchara pequeña para galletas o un sacabolas para melón ayudan a dividir en porciones uniformes rápidamente.
  • Trabaje la masa con cuidado y evite trabajarla demasiado. Amasar demasiado derretirá el aceite en la harina y endurecerá las galletas.
  • Al hornear, vigile atentamente los últimos minutos. Retire las galletas en cuanto los bordes adquieran un tono dorado muy claro para que se mantengan suaves y pálidas.
  • Enfríe las bolas de masa durante 15 minutos antes de hornearlas. Esto ayuda a que conserven su forma redonda y a obtener una miga uniforme.

Complementos opcionales

  • Lista de compras: harina de almendras, azúcar glas, extracto de vainilla, canela molida.
  • Prepárese con anticipación: La masa se puede mezclar el día anterior y refrigerar. Se endurecerá al enfriarse; déjela reposar a temperatura ambiente unos 15 minutos antes de darle forma y hornearla. Como alternativa, forme bolas de masa con antelación y congélelas en una sola capa; hornéelas directamente congeladas, lo que aumentará el tiempo de horneado unos minutos.
  • Recetas relacionadas: Para delicias similares con sabor a almendras, consulte Cuernos de Gacela (medialunas rellenas de pasta de almendras) y Basbousa (pastel de sémola de miel).

Información nutricional

Nutritivo

Por porción (1 galleta)

Calorías

190

Grasa total

14 gramos

Grasas saturadas

2 gramos

Carbohidratos

15 gramos

Fibra

1 gramo

Azúcares

6 gramos

Proteína

3 gramos

Sodio

20 mg

Alérgenos

Gluten, Almendras