Venecia, la perla del mar Adriático
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Bajo un manto de capas doradas, la baklawa argelina atesora siglos de tradición en cada delicado bocado. Este aromático pastel de almendras y nueces, endulzado con miel y perfumado con agua de azahar, captura la esencia misma del patrimonio culinario argelino. A menudo adorna ocasiones festivas, desde banquetes de boda y fiestas de Eid hasta acogedoras tardes de Ramadán, ocupando un lugar central en la mesa de postres. A diferencia de su antecesor otomano, elaborado con masa filo precocinada, la baklawa argelina utiliza capas de masa estiradas a mano para obtener una masa singularmente tierna y hojaldrada.
Dentro de cada pieza en forma de diamante se encuentra una embriagadora mezcla de nueces finamente molidas, canela y azúcar. Un chorrito de agua de azahar (y a veces un toque de agua de rosas) realza el rico sabor a nuez con un perfume floral. Bien hecho, el contraste es impresionante: capas crujientes, untadas con mantequilla, dan paso a un relleno de nueces jugoso y sabroso. Cada pieza suele coronarse con una sola almendra o nuez, una sencilla decoración que insinúa el capricho que encierra. Especias cálidas como la canela y la nuez moscada aportan profundidad, mientras que un toque de ralladura de cítricos puede realzar la mezcla. El resultado es un postre a la vez rico y delicado, dulce y aromático.
En las cocinas tradicionales, preparar baklawa es una tarea de amor. Las familias se reúnen para formar bolas de masa, extenderlas en láminas finísimas y untar cada capa generosamente con mantequilla derretida (o smen, una mantequilla clarificada aromática). La mezcla de frutos secos se extiende uniformemente entre las capas apiladas en una bandeja de horno ancha. Un panadero experimentado cortará la bandeja entera en diamantes antes de hornear. Una vez que la masa esté ligeramente horneada hasta adquirir un tono dorado pálido, es el momento de aplicar el almíbar. Se vierte sobre la masa caliente un chorrito de almíbar de miel caliente, a menudo infusionado con agua de azahar y un chorrito de zumo de limón. Este almíbar impregna cada capa, dejando la baklawa pegajosa y jugosa. Muchas recetas recomiendan dejar que el almíbar se absorba durante varias horas o toda la noche, para asegurar que cada pieza quede jugosa y con un sabor intenso.
Hornear baklawa exige paciencia y delicadeza, pero la recompensa es una bandeja de dulces que encarnan la hospitalidad argelina. La cocina se llena del dulce aroma de flores de cítricos y especias. Mientras las bandejas de baklawa se enfrían, las conversaciones familiares continúan mucho después del atardecer. Para cuando llegan los invitados, la casa se llena de la promesa de celebración. Sigue esta receta detallada y podrás recrear esos momentos festivos, disfrutando de capas de hojaldre y almendras con miel, como hacen las familias argelinas en sus celebraciones.
20
porciones90
minutos75
minutos280
kcalEsta receta de baklawa rinde para unas 20-24 piezas y se basa en ingredientes básicos de la despensa: harina, mantequilla, almendras, miel y agua de azahar. La masa se extiende en láminas muy finas, se unta con mantequilla y se cubre con un relleno de almendras y nueces especiado con canela. Tras hornearse hasta alcanzar un color dorado pálido, las masas calientes se sumergen en un aromático jarabe de miel. El resultado final es un postre exquisito con un complejo perfil de sabor con dulzor a nueces, especias cálidas y vibrantes notas florales. Sirva esta masa dulce y pegajosa en platos pequeños con té de menta o café fuerte para disfrutar de una experiencia argelina completa.
Harina: 2 tazas (240 g) de harina común: proporciona estructura a la masa. (Para una mezcla sin gluten, prueba una mezcla sin gluten en proporción 1:1, aunque la textura variará).
Sal: ½ cucharadita – realza el sabor, equilibrando el dulzor.
Manteca: 1 taza (225 g) de mantequilla derretida (o clarificada/smen) para una textura cremosa y capas hojaldradas. (Para una versión sin lácteos, se puede usar aceite de coco o mantequilla vegana).
Agua: ~3/4 de taza, tibia – se usa para unir la masa. (Agrega gradualmente según sea necesario).
Almendras molidas: 2 tazas (200 g), finamente molidas: aportan al relleno su base de nueces. (Puedes sustituirlas por nueces o pistachos molidos al 50 % para un sabor diferente).
Nueces molidas: ½ taza (50 g) de almendras finamente molidas (o más almendras molidas): aporta textura y sabor. (Opcional: use pistachos o avellanas).
Azúcar: ⅓ taza (70 g) de granulado: endulza el relleno de nueces. (Ajuste al gusto; algunos prefieren una capa de nueces menos dulce).
Canela: 1 cucharadita: calienta el relleno. (Opcional: añade ¼ de cucharadita de nuez moscada o cardamomo para darle un toque especial).
Agua de Azahar: 2 cucharadas: añaden aroma floral al relleno. (Puedes sustituirlo por agua de rosas si lo prefieres).
Agua de rosas: 1 cucharada (opcional) – una nota floral extra.
Miel: 1 taza (300 g) – para el almíbar que impregnará la masa horneada. (Una mezcla de miel y almíbar también funciona).
Agua (para almíbar): ¼ de taza – para diluir la miel. (O use jugo de limón fresco para darle un toque cítrico).
Zumo de limón: 1 cucharada: reduce el dulzor y ayuda a conservar el almíbar.
Nueces enteras (opcional): 20–24 almendras o pistachos enteros – para decorar cada pieza.
El baklawa tradicional contiene gluten, lácteos y frutos secos. Para un toque vegano, use mantequilla vegana y jarabe de arce en lugar de miel. Si es necesario, la avena molida o la harina sin gluten pueden sustituir parcialmente la harina de trigo, pero la textura será diferente. Para una receta más rápida, se puede usar masa filo preparada en lugar de masa casera (aunque el resultado es menos auténticamente argelino).
Mezclar la masa: En un tazón grande, combine la harina y la sal. Vierta la mantequilla derretida y mezcle bien. Agregue gradualmente agua tibia, revolviendo hasta formar una masa suave (aproximadamente de 5 a 7 minutos). Amase brevemente hasta obtener una masa uniforme. (Tiempo: 10 minutos)
Masa en reposo: Cubre la masa con un paño húmedo y déjala reposar de 20 a 30 minutos. Esto relaja el gluten y facilita el amasado. (Tiempo: 30 min)
Precalentar el horno: Precalienta el horno a 175 °C (350 °F). Unta con mantequilla o forra una bandeja para hornear grande (de aproximadamente 23 x 33 cm) para evitar que se pegue. (Tiempo: 5 min)
Dividir la masa: Separa la masa en dos mitades iguales. Mantén una mitad cubierta para que no se seque.
Capas inferiores del rollo: Toma la primera mitad y divídela en 10-12 bolitas. Sobre una superficie bien enharinada (o con una máquina para pasta), extiende cada bolita hasta formar una tira muy fina o un círculo, aproximadamente del ancho de tu molde. Unta cada bolita generosamente con mantequilla derretida y colócalas en capas en el molde. (Debes usar unas 5-6 capas para la base). (Tiempo: 15 min)
Preparar el relleno: Mientras prepara las capas, mezcle las almendras molidas, las nueces, el azúcar, la canela y el agua de azahar en un bol. Remueva hasta formar una pasta firme. (Si está demasiado seca, añada una cucharadita de mantequilla derretida o un chorrito de agua de azahar).
Relleno para untar: Extiende la mezcla de nueces uniformemente sobre la masa untada con mantequilla en el molde. Presiónala suavemente con una espátula.
Capas superiores: Extiende la segunda mitad de las bolas de masa como antes, apilando y untando con mantequilla cada lámina, y luego coloca estas capas sobre el relleno. Usa suficientes láminas para cubrirlas completamente (otras 5 o 6 capas). Unta generosamente la capa superior con mantequilla.
Pasteles en rebanadas: Con un cuchillo afilado, corte el baklawa armado en forma de diamante o cuadrado, cortándolo hasta el fondo del molde. (Esto asegura piezas uniformes y facilita el horneado). Decore cada pieza con un fruto seco entero (por ejemplo, una almendra o media nuez) si lo desea. (Tiempo: 5 min)
Hornear: Coloque el molde en el horno. Hornee durante aproximadamente 1 hora o hasta que la masa adquiera un color dorado muy claro (puede que no se dore mucho por encima). Hornee unos minutos más si es necesario para una cocción uniforme. (Tiempo: 1 hora)
Preparar el jarabe: Mientras se hornea el baklawa, prepare el almíbar. En una cacerola pequeña, mezcle la miel, el agua y el jugo de limón. Caliente a fuego lento, removiendo, hasta que la miel se disuelva. Retire del fuego y añada el agua de azahar. No deje que hierva. El almíbar debe estar tibio y fluido. (Tiempo: 10 min)
Pasteles en remojo: En cuanto el baklawa salga del horno, vierte con cuidado el almíbar tibio uniformemente sobre toda la bandeja. Debería chisporrotear. Deja que el almíbar se impregne bien (los trozos brillarán). Deja que el baklawa se enfríe por completo para que el almíbar se absorba (al menos 1 o 2 horas, preferiblemente toda la noche). (Tiempo: 5 minutos de remojo + reposo)
Atender: Una vez fríos y pegajosos, separe con cuidado los trozos de diamante por las líneas de corte. Transfiera a una fuente para servir. El baklawa ya está listo para disfrutar.
Para más dulces argelinos, pruebe a combinar la baklawa con el makrout, un pastel de sémola con forma de diamante bañado en miel (receta a continuación). Estos postres se complementan a la perfección en una mesa de postres: uno es rico y con sabor a frutos secos, el otro tierno y con dátiles, ambos expresando la tradición culinaria argelina.
Calorías | Carbohidratos | Gordo | Proteína | Alérgenos |
280 kcal | 24 gramos | 18 gramos | 4 gramos | Contiene: almendras, trigo (gluten), lácteos (mantequilla) |
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