York es una antigua ciudad amurallada en North Yorkshire, Inglaterra, cerca de la confluencia de los ríos Ouse y Foss. El municipio lleva el nombre de la histórica ciudad del condado de Yorkshire. La ciudad tiene una rica historia y ha servido como escenario de eventos políticos clave en Inglaterra durante la mayor parte de sus dos milenios de existencia. La ciudad tiene una multitud de sitios históricos, el más famoso de los cuales es York Minster, así como una variedad de actividades culturales y deportivas, lo que la convierte en el destino turístico favorito de millones de personas.
En el 71 dC, los romanos establecieron Eboracum como ciudad. Fue capital de la provincia romana de Britannia Inferior y, posteriormente, de los reinos de Northumbria y Jórvk. York floreció como un importante centro de comercio de lana en la Edad Media y se convirtió en la sede de la provincia eclesiástica del norte de la Iglesia de Inglaterra, una función que aún desempeña en la actualidad.
York se convirtió en un nudo ferroviario y un centro de fabricación de dulces en el siglo XIX. La economía de York ha pasado en las últimas décadas de una economía dominada por la confitería y los sectores relacionados con el ferrocarril a una dominada por los servicios. La Universidad de York y los servicios de salud se han convertido en importantes empleadores, y el turismo se ha convertido en un componente importante de la economía local.
Desde 1996, el título “Ciudad de York” se refiere a un territorio de autoridad unitaria que abarca áreas rurales fuera de los límites históricos de la ciudad. El área urbana tenía una población de 153,717 en 2011, mientras que la autoridad unitaria general tenía una población estimada de 202,400 en 2010.