Catania es una ciudad en la costa este de Sicilia, al pie del monte Etna, el volcán más grande de Europa. Es la segunda ciudad más grande de Sicilia, con un área metropolitana de un millón de personas, un importante centro de transporte, un centro económico y una ciudad universitaria con un bullicioso centro y una animada vida nocturna. Catania es particularmente reconocida por su distintiva arquitectura barroca y planificación urbana (el distrito del centro, junto con toda la región de Val di Noto, es Patrimonio de la Humanidad), resultado del devastador terremoto de 1693, después del cual la ciudad, como mucho del este de Sicilia, tuvo que ser reconstruido.
La ciudad tiene una historia que se remonta a 2700 años y ha sido gobernada por varias civilizaciones distintas (griegos, romanos, árabes, normandos, españoles, etc.) y fue un próspero centro económico, debido principalmente a su puerto. Nuevamente, desde la década de 1970, la economía de la ciudad se ha expandido como área urbana y suburbios, transformando Catania en un gran centro metropolitano, principalmente entre el volcán y el mar. Incluso hoy en día, a pesar de la presencia de la mayoría de los principales distritos comerciales de Europa (particularmente Etnapolis), el antiguo centro de la ciudad del siglo XVII sigue siendo el punto central de la vida cotidiana.
Catania se encuentra bajo el volcán más activo de Europa, que ha devastado la ciudad varias veces en el pasado. Como consecuencia, Catania es una ciudad con una amplia gama de paisajes y arquitectura, así como muchas estructuras sucias y residencias abandonadas, particularmente en las tierras altas. Sin embargo, dado que la ciudad es Patrimonio de la Humanidad, se han llevado a cabo importantes mejoras.
Hoy, Catania emana una mezcla de nostalgia y "joie de vivre", especialmente por la noche o durante los festivales.
BARROCO SICILIANO
La arquitectura, que es en gran parte barroca, es la característica que define a la ciudad. La teatralidad de la arquitectura barroca es su característica definitoria. Como consecuencia de la reforma/contrarreforma, este estilo dominó Europa en el siglo XVII, cuando la declaración pronunciada era de grandiosidad. El estilo anterior fue el Renacimiento, y el siguiente estilo fue el Neoclasicismo. Las tres características principales son un nivel de detalle casi excesivo (estatuas, toneladas de oro, columnas y pilastras, guirnaldas y coronas, etc.), fachadas más altas que la nave (para engañar al espectador del tamaño), y pinturas que a menudo incorporan trampantojo. El estilo barroco de Catania se distingue por el uso de piedra de lava negra (basalto), la campana en la fachada y máscaras y putti grotescos.