Guía de queserías de París: Las 25 mejores queserías

Guía de queserías de París: Las 25 mejores queserías

Las queserías de París son referentes culinarios por derecho propio. Esta guía presenta las más de 25 queserías más importantes de los 20 distritos, combinando perfiles de tiendas con consejos prácticos. Los lectores aprenden a hablar el quesero, a identificar las especialidades de temporada y a familiarizarse con las costumbres locales. Las rutas por los barrios conectan la búsqueda de quesos con la visita a lugares emblemáticos. Consejos de expertos, desde trucos para envasar al vacío hasta sugerencias de maridajes, garantizan que los visitantes puedan comprar con la confianza de un parisino. El resultado es un recorrido detallado, calle por calle, por el vibrante mundo quesero de París, que permite a los viajeros disfrutar de auténticos quesos, quioscos y degustaciones por toda la ciudad.

París es a menudo considerada la capital del queso, con más de mil variedades elaboradas en Francia. Sus históricas queserías reflejan esta herencia, combinando artesanía, orgullo regional y un servicio personalizado. A continuación, encontrará una guía completa, distrito por distrito, para comprar queso parisino como un auténtico local: desde boutiques de primera categoría hasta puestos de mercado concurridos, con consejos sobre qué preguntar, qué comprar y cómo llevárselo a casa.

  • Quesería Laurent Dubois Varias ubicaciones (Saint-Germain 5.º, St-Antoine 4.º, etc.). Dubois, una de las queserías más famosas de París, ofrece hallazgos excepcionales (por ejemplo, un queso de oveja con capas de trufa negra) y productos básicos de primera calidad. El personal habla varios idiomas y envasará al vacío sus productos.
  • Bartolomé (7.º distrito) – Un clásico parisino conocido por sus innovadores productos de la casa (como el Fourme d'Ambert con cerezas y el Brie relleno de higos). En una acogedora tienda de mármol y madera (en la foto superior), encontrará una gran variedad de especialidades francesas; el servicio es amable y personalizado.
  • Fábrica de quesos Monbleu – “Padre Queso” (Distrito 11) – Un moderno híbrido entre tienda y bistró dirigido por Pierre Gay, quesero de MOF. Monbleu es conocido por sus contundentes quesos alpinos y sus precios accesibles (para todos los bolsillos). En invierno, ofrece cenas de raclette con sabores variados (trufa, ajo negro, Espelette). Para llevar, no se pierda su queso de cabra ahumado con enebro.
  • La pequeña granja (Distrito 2) – Una pequeña tienda en la Rue Montorgueil con una clientela fiel. El amable personal te guiará a través de la selección, y la calle está repleta de panaderías y vinotecas cercanas, ideal para organizar un picnic.
  • En casa de Virginie (Distrito 18, Montmartre) – Una tienda familiar de tres generaciones en un escaparate tradicional de Montmartre. Ofrece quesos regionales originales (por ejemplo, un "Brie façon Tigre" con costra de pimienta o un tomme de cabra adornado con flores). A los viajeros les encanta que el atento personal envasa al vacío las compras de forma gratuita.
  • Hardouin-Langlet (Marché d'Aligre, distrito 12) – Dentro del mercado de Beauvau, este mostrador ofrece unos 350 quesos (más del 90 % de leche cruda). El propietario, Cyrille Langlet, mantiene una estrecha relación con todos los productores lecheros, destacando la mantequilla local y los quesos artesanales. El menú de especialidades de temporada (y un poco de planificación) ayuda a los compradores a explorar la amplia oferta.
  • Quesería: Palabras de los queseros (Distrito 10, cerca de République) – Más que una tienda, Paroles es un bar de catas y un centro de aprendizaje. Dirigido por el apasionado artesano Pierre Brisson, ofrece unos 150 quesos artesanales y talleres de maridaje. En la planta baja hay una bodega abovedada para clases de afinage y quesos, ideal para catas o una cena informal mientras se charla con personal experto.
  • Fábrica de quesos Quatrehomme (distrito 9, Rue des Martyrs) – Una boutique emblemática dirigida por Marie Quatrehomme (primera mujer francesa nombrada "Meilleur Ouvrier de France" en quesos, 2000). Quatrehomme es famosa por sus productos creativos (por ejemplo, queso Manchego con ajo negro) e incluso abre una vinoteca los fines de semana.
  • Androuet (7.º distrito, Rue de Verneuil) – Una quesería con puertas rojas y un aire alpino. En el interior, paredes de azulejos y un mapa de las regiones queseras francesas invitan a la degustación. El propietario, Stéphane Blohorn (Ministro de Hacienda 2008), contribuyó a consolidar el estatus del queso como tesoro cultural francés. La tienda es conocida especialmente por sus crottins de cabra y sus joyas de temporada, como el Soumaintrain de leche cruda, además de ofrecer degustaciones ilimitadas, que el personal anima a realizar.
  • La quesería del Louvre (1.er distrito) – Una espaciosa boutique a pocos pasos del Louvre/Samaritaine. Abre todos los días (de lunes a sábado de 10:00 a 20:00) y ofrece una amplia gama de quesos con denominación de origen protegida (DOP), además de embutidos y productos frescos. La tienda también organiza maridajes diarios de queso y vino en las históricas bodegas cercanas de las Caves du Louvre, una forma atractiva de saborear París.

Cada una de las tiendas mencionadas anteriormente tiene su propio carácter, nivel de precios y especialidades, pero todas están muy bien valoradas tanto por los locales como por los visitantes.

Entendiendo la cultura del queso parisino

En Francia, el queso es más que un alimento: es patrimonio. Incluso hoy en día, las queserías parisinas mantienen un ambiente familiar. Muchos parisinos visitan la misma tienda local semanalmente, por lo que el personal suele conocerlos por su nombre. Estas tiendas priorizan la artesanía y el terroir, obteniendo quesos de regiones específicas mediante métodos tradicionales. De hecho, los quesos franceses ostentan sellos como AOP (Denominación de Origen Protegida, garantía de origen y método) e IGP (Indicación Geográfica Protegida), que garantizan su autenticidad. (Por ejemplo, el Camembert de Normandía cuenta con la certificación AOP).

Los parisinos compran una amplia gama de quesos, generalmente una mezcla de variedades de vaca, cabra y oveja. Las tiendas suelen agrupar los quesos por tipo de leche: busque una cuña de Camembert en la sección de leche de vaca, un Roquefort en la de oveja y un chèvre fresco en la de cabra. La estacionalidad es clave: los quesos curados de invierno (como el Mont d'Or) dan paso a chèvres de primavera, más ligeros, y los cambios de temperatura en los pastos incluso alteran sutilmente el sabor. En la práctica, cada quesería ofrece algo de todo, pero el énfasis está en las especialidades locales; por ejemplo, los quesos del Mont-Saint-Michel en las tiendas cerca de Notre-Dame, o los comtés alpinos en Saint-Germain.

Dos términos pueden causar confusión: "fromagerie" y "crèmerie". Ambos pueden aparecer en los letreros de las tiendas, pero hoy en día hay poca distinción. Originalmente, una crèmerie vendía productos lácteos (leche, mantequilla, yogur, algunos quesos) y una fromagerie se centraba en el queso. En París, sin embargo, encontrará queso con ambos nombres. Y no se sorprenda si menciona "affinage" (el arte de madurar el queso); muchas tiendas de renombre maduran sus propios quesos en cuevas o bodegas especializadas. Esto garantiza que cada rueda esté lista para comer.

Otro título singular es el de Maestro Quesero, otorgado en el concurso Mejor Obrero de Francia. Por ejemplo, Pierre Gay (director de Monbleu) y Stéphane Blohorn (Androuet) son Maestros Queseros. Estos honores reflejan el cuidado que se dedica a la selección y maduración de los quesos.

En resumen, una quesería parisina es una mezcla de tienda, escuela y escenario. El ambiente es relajado pero con mucha experiencia. A diferencia de una tienda de comestibles convencional, una quesería es un lugar para aprender: los queseros aquí te explicarán con gusto las sutilezas de cada porción y te guiarán en la elección. Como dijo una viajera, una dependienta de una quesería de la Rue Cler la guió rápidamente en la degustación de Chabichou y Selles-sur-Cher mientras le enseñaba sobre la marcha los términos de "affinage" (añejamiento). Esta escena ejemplifica las compras parisinas: servicio personalizado, educación a pequeña escala y la pasión compartida por el queso.

¿Qué hace que las queserías parisinas sean especiales?

Las queserías parisinas se diferencian de las tiendas comunes en varios aspectos. Primero, la variedad y la calidad: incluso las tiendas pequeñas tienen docenas de quesos, desde los omnipresentes Camembert y Comté hasta especialidades regionales difíciles de encontrar. Segundo, el servicio personalizado: a los queseros les encanta educar a los clientes. En La Fromagerie Cler (distrito 7), por ejemplo, una dependienta entusiasta guió a una turista por tres tipos de queso de cabra, preguntándole si lo quería "joven o curado" y explicándole que un curado más prolongado significaba un sabor más intenso. En París, esta atención personalizada es la norma.

En tercer lugar, la novedad y la creatividad: muchas tiendas producen o encargan creaciones únicas. Por ejemplo, Barthélémy vende un "Brie façon Tigre" (un brie con especias y hierbas), y Laurent Dubois ofrece un Époisses con hierbas y un Brillat-Savarin con trufa negra salada. Estas combinaciones van más allá de lo habitual. Para los clientes más aventureros, incluso existen quesos con trufa exclusivos de invierno (véase "Queso con Trufa" más adelante) o colaboraciones locales (como quesos de cabra ahumados con enebro). Esta mezcla de tradición e innovación confiere a las tiendas parisinas un toque especial.

Al final, el encanto de una quesería parisina reside tanto en su gente como en sus productos. Muchas queserías reciben con agrado a personas angloparlantes, especialmente en barrios turísticos. A menudo encontrarás empleados jóvenes con camisetas con eslóganes queseros (por ejemplo, las camisetas "Père Lacheese" de Monbleu y "Eat Raclette"), tan ansiosos por hablar de queso como sus colegas de toda la vida. En resumen, cada quesería es un mundo: su propia historia, selección y carácter, todo construido en torno a la pasión por el queso.

El arte del afinamiento (maduración del queso)

Un arte clave en una quesería es refinación La cuidadosa maduración que desarrolla el sabor y la textura. Muchas tiendas parisinas mencionan explícitamente el afinamiento o exhiben cuevas de maduración. Por ejemplo, Taka & Vermo (distrito X) construyó su propia sala de afinamiento para que los propietarios pudieran experimentar con la maduración. De igual manera, Paroles de Fromagers cuenta con bodegas del siglo XVII donde los quesos maduran lentamente entre talleres.

¿Qué significa esto para usted? Significa que cuando compra un queso en París, suele estar madurado a la perfección. Un queso de vaca semiduro puede ser tierno y cremoso si es joven, o más seco y picante si se madura más; el quesero normalmente se lo dirá. No dude en preguntar cuánto tiempo lleva madurando un queso; un buen afinador le explicará por qué es importante. (Como señaló un experto en quesos parisinos, los quesos tiernos y jóvenes necesitan un corte por cada día de maduración, para que la maduración sea óptima de inmediato). En resumen, el afinado es lo que eleva los quesos parisinos de ordinarios a extraordinarios, y muchas queserías se enorgullecen de madurar en sus propias instalaciones o de mantener las condiciones ideales de maduración.

Guía completa para comprar queso en París

Explorar una quesería parisina debería ser una experiencia inmersiva. Sigue estos consejos prácticos para comprar como un profesional.

  • Aprenda algunas frases en francés. Un cortés "Bonjour" al entrar crea un ambiente amistoso. Las frases clave incluyen "Me gustaría…" ("Me gustaría…"), ¿Qué queso me recomiendas? (“¿Qué queso me recomendarías?”), y “¿Podrías cortarme unos 200 gramos de este queso?” (“¿Podrías cortarme unos 200 g de este queso?”). El personal de la quesería agradece el esfuerzo. (Buenas noticias: muchos hablan inglés si es necesario, así que no te perderás).
  • Esté preparado para responder preguntas. Los queseros parisinos suelen invertir la estrategia para guiarte. Pueden preguntarte ¿Qué planeas servir con el queso? – vino, charcutería o simplemente pan – y cuando Tienes pensado comerlo (ahora o dentro de unos días). Estos detalles influyen en qué quesos están listos para comer. También preguntarán por la madurez: si se trata de un queso de cabra, ¿lo prefieres suave o muy ácido? De hecho, esperan esta interacción. Por ejemplo, si dices "Quiero algo que no he probado", un dependiente de una quesería del mercado de Cler te señalará con gusto los nuevos quesos de cabra (Chabichou, Pouligny, Valençay, etc.) y te explicará las diferencias.
  • Solicita muestras. Nunca asumas que no puedes saborear. Tradiciones parisinas. alentar Degustación. Los quesos con corteza suelen venderse por cuña y se pueden cortar para probarlos un poco. No dudes en decirlo. “¿Puedo probar un poco, por favor?” (“¿Puedo probar, por favor?”). Un amable quesero cortará con gusto un trozo de camembert o dirá: “¡Adelante, prueba esto!”. (La guía Everyday Parisian señala que “no te gustará todo el queso que pruebes” y que los queseros lo saben, pero animan a probar antes de comprar). Nota: los quesos muy pequeños, enteros y que se venden por separado, normalmente no se pueden desenvolver para probarlos.
  • Compre por temporada. Los quesos franceses son muy estacionales. El equipo de La Cuisine Paris recomienda preguntar "¿Qué está pasando ahora mismo?" (“¿Qué hay de temporada ahora?”). Por ejemplo, los quesos frescos de cabra alcanzan su máximo esplendor en primavera y los suaves en verano, mientras que el Mont d'Or y la raclette son los platos estrella del invierno. No se pierda las estrellas de temporada: en invierno, pida el Mont d'Or (queso cremoso del Franco Condado, que suele servirse caliente) o el Brie trufado; en verano, busque los chèvres con sabor a miel o los Tommes alpinos.
  • Tenga en cuenta los precios y las porciones. El queso se vende al peso. El precio por kilogramo suele estar expuesto. Como regla general, los quesos más viejos o que requieren más trabajo suelen ser más caros. El Comté curado a los 36 meses puede ser mucho más caro que el mismo queso a los 12 meses. (Un comprador comenta que el personal incluso preguntará) ¿A qué edad quieres tu Comté? y "el precio sube con la edad"). Por otro lado, los favoritos de todos los días, como el camembert o el queso de cabra joven, son muy asequibles en comparación. Puedes comprar la cantidad que quieras; incluso 2 o 3 lonchas (unos 100 g) son comunes, aunque a menudo las tiendas tienen un mínimo de lonchas (por ejemplo, 50-100 g) por higiene.
  • El tiempo importa La mayoría de las queserías cerca los domingos (un día festivo comercial común) y muchos cierran o abren solo por la tarde los lunes. Por ejemplo, Barthélémy y Androuet no abren los domingos, y Barthélémy cierra todo el lunes. (Androuet abre los lunes de 16:00 a 19:30). Si compra un lunes, concéntrese en los lugares que abren explícitamente ese día; la Fromagerie du Louvre, por ejemplo, abre de lunes a sábado. En general, encontrará la mayor selección entre semana; al final de la tarde, muchas tiendas abren... interrupción del servicio Alrededor del almuerzo, por lo que las mañanas suelen ser las mejores para tener los estantes llenos. Finalmente, la temporada alta de turismo (verano) puede significar multitudes en tiendas famosas; temprano por la mañana o justo antes del cierre puede haber menos gente.

El manual esencial del queso francés

Antes de comprar, una revisión rápida de los conceptos básicos del queso francés le ayudará a tomar buenas decisiones.

  • Tipos y sabores de leche. Los quesos franceses se elaboran con leche de vaca, cabra u oveja (los de vaca son, con diferencia, los más numerosos). Cada tipo de leche ofrece un perfil distintivo. En general, el queso de cabra es más blanco, ligeramente ácido y se desmenuza con el envejecimiento. El queso de oveja suele ser más rico y con sabor a frutos secos (su alto contenido en grasa le confiere un sabor a mantequilla). Los quesos de vaca varían desde cremosos y suaves (como el Brie) hasta robustos y sabrosos (como el comté curado). Si está preparando una tabla, intente incluir diferentes leches para variar.
  • Categorías de textura. Los quesos franceses también se clasifican por textura. Queso de cabra fresco (la cuajada de cabra) es untable; bries y camemberts tienen cáscaras suaves y comestibles; quesos duros incluyen Alpine, Alpine-comtés y Gruyères; quesos azules (p. ej., el Roquefort) tiene vetas características. En las tiendas, los quesos suelen agruparse en vitrinas por textura o leche. Puedes preguntar “¿suave o duro?” para indicar su preferencia.
  • Crudo (cru) vs pasteurizado. Mire la etiqueta o pregunte. En Francia, muchos quesos tradicionales se elaboran con leche cruda (lait cru), lo que suele dar lugar a sabores más complejos. En las etiquetas, “Leche cruda” significa que se utilizó leche no pasteurizada. Los quesos pasteurizados están etiquetados “leche pasteurizada”(Nota: los quesos de leche cruda son legales en Francia y apreciados por su sabor, pero algunos países restringen su importación).
  • AOP y Etiquetas de Calidad. Muchos quesos franceses famosos llevan la etiqueta AOP/DOP, lo que garantiza que se elaboraron según especificaciones ancestrales en una zona definida. Por ejemplo, el Camembert de Normandie AOP se elabora en Normandía con leche cruda. También existe la IGP (Indicación Geográfica Protegida), que vincula un queso a una región, aunque con normas algo más flexibles. También puede consultar "Agricultor" (elaborado en una sola finca) o “Etiqueta roja” (calidad superior). Estas etiquetas pueden guiarte hacia quesos auténticos y de alta calidad.
  • Lo más destacado de la temporada. Pregúntale a tu quesero, pero conoce algunos clásicos: Mont d'Or (un queso para comer con cuchara en una caja de madera) aparece cada otoño; Tomme de Saboya Los tommes jóvenes (ruedas) dominan los mercados de invierno; los chèvres suaves alcanzan su máximo esplendor en primavera; el verano suele traer vinos ligeros y tablas de quesos. Los quesos azules y los comté, más pesados, se mantienen disponibles todo el año, pero incluso su carácter cambia con las estaciones (la dieta de las vacas alpinas modifica el sabor de la leche).
  • Hallazgos raros e inusuales. Las tiendas parisinas suelen tener curiosidades difíciles de encontrar. Si buscas algo exótico, pregunta por... “quesos raros”. Por ejemplo, algunas tiendas tienen existencias Quesos de cabra trufados más antiguos or quesos de cabra curados con serranoEn temporada, busque especialidades con infusión de trufaLa tienda Taka & Vermo elabora su propio Brie y Mont d'Or rellenos de trufa con trufas del Périgord. Laurent Dubois ofrece un lujoso queso de cabra con capas de trufa negra en láminas. Para una experiencia verdaderamente diferente, muchas tiendas destacan sin pasteurizar Quesos regionales: prueba un queso de oveja corso sin pasteurizar (como el Calenzana) en la Fromagerie Goncourt. No dudes en pedirle a tu quesero recomendaciones originales; ellos saben qué es raro esta semana.

Distrito 7: Cerca de la Torre Eiffel

  • La quesería (Rue Cler). Escondido en el número 31 de la rue Cler, este negocio familiar ha sido un clásico de la Rive Gauche durante décadas. Filas de Camemberts redondos, Reblochons y tarros de queso de cabra en conserva le dan la bienvenida en la entrada. El personal aquí trabaja como sumilleres expertos en queso: escucharán su gusto (fuerte o suave, de vaca o de cabra) y lo guiarán con entusiasmo a través de las degustaciones. Como lo describió un visitante, la experiencia puede sentirse como una enciclopedia del queso torbellinoEl dependiente recita nombres como Chabichou y Selles-sur-Cher mientras explica la edad y la textura. En otras palabras, prepárate para una experiencia inmersiva. Tras decidirte, tus quesos se envuelven cuidadosamente para regalo con el elegante papel de regalo de la tienda, y te marchas muy satisfecho.
  • Androuet (Calle de Verneuil). A la vuelta de la esquina, en el número 37 de la Rue de Verneuil, se encuentra un local de Androuet, fácilmente reconocible por su puerta roja brillante y su decoración de chalet alpino. En el interior (ver foto abajo), el aire está perfumado con comté y munster añejos. El propietario, Stéphane Blohorn, fue clave para que la UNESCO reconociera la elaboración de quesos franceses como patrimonio cultural. Aquí encontrará un mapa completo de las regiones queseras de Francia y estanterías de jamones crudos y chocolates junto a los quesos. Androuet es famoso por su excrementos de cabra Docenas de pequeños quesos de cabra que parecen caramelos. Se anima a los visitantes a probar y comparar las variedades: Androuet no les apurará, y a menudo el personal les abre una nueva ronda para que prueben.

Distritos 14 y 15: favoritos locales

Estos distritos del sur son más residenciales, con tiendas de barrio escondidas en lugar de atracciones turísticas. Los parisinos aprecian las queserías independientes que pasan desapercibidas en las guías turísticas. Aunque ninguna iguala la fama de Dubois o Barthélémy, encontrará mostradores bien surtidos y precios competitivos.

  • Quesería Laurent Dubois (Lourmel, 15). Una segunda sucursal de Dubois en la rue de Lourmel atiende a los parisinos. Ofrece los mismos quesos excelentes que su homónimo de Saint-Germain, solo que en menor cantidad. Los lugareños suelen mencionarlo como un lugar conveniente y de alta calidad, con caras conocidas en el mostrador.
  • La quesería 14/15 (Rue Raymond Losserand). A las afueras de Petit-Montrouge, esta tienda ha sido elogiada por su amable servicio y sus buenos quesos a precios asequibles (a menudo calificados como "€" por ParisUnlocked). Su vitrina incluye los favoritos parisinos: Camembert, Saint-Nectaire y chèvres de temporada, además de burrata italiana y feta griega. Es un buen ejemplo del estilo de tienda de precio medio que los parisinos frecuentan a diario.
  • Aux Délices du Palais (París 15). Una cremería más pequeña en Montparnasse, conocida por abrir de lunes a viernes. Ofrece queso de cabra de granja y tommes locales. La clientela es principalmente de vecinos, y el dueño ayudará a los compradores noveles cortando diferentes quesos para probar, por si se sienten abrumados.

Puede que estas tiendas de la Rive Gauche no aparezcan en todas las guías de viaje, pero reflejan la vida cotidiana parisina: compras informales de queso de alta calidad en el distrito en el que vives o te alojas.

Queserías de la Rive Droite

Los barrios de la Rive Drôme (al norte del Sena) también están repletos de queserías excepcionales. Abarcan desde boutiques históricas en el Marais hasta nuevas y modernas tiendas en distritos emergentes.

Distritos 1 y 2: centro de París

  • Fromagerie du Louvre (1er distrito). A tiro de piedra del Museo del Louvre, esta tienda relativamente nueva (perteneciente al grupo Edonist) abrió sus puertas alrededor de 2014. Ofrece una cuidada selección de clásicos con Denominación de Origen Protegida (DOP) y algunos quesos curados poco comunes. El mostrador es elegante y moderno. Como curiosidad, Fromagerie du Louvre colabora con una vinoteca vecina (las "Caves du Louvre") y ofrecen catas guiadas conjuntas que maridan diez quesos con vinos franceses en bodegas históricas. Esta configuración la hace popular entre grupos de turistas y amantes de la gastronomía. Si pasa por allí de casualidad, tenga en cuenta que abre de lunes a sábado (de 10:00 a 20:00), una ventaja en esta zona.
  • Lechería Terroirs d'Avenir (2º distrito). Ubicado cerca de los Grands Boulevards (8 Rue du Nil), este local forma parte de una cadena conocida originalmente por sus productos sostenibles. Es menos un lugar turístico y más un punto de encuentro local que ofrece alimentos orgánicos y de granja. En la sección de cremería encontrará quesos artesanales de leche cruda y productos lácteos de calidad, además de un pequeño asador y una carnicería orgánica en la parte trasera. Su filosofía es social: suelen promocionar quesos de pequeñas granjas y prácticas sostenibles (de ahí su nombre). Terroirs d'Avenir). Quizás tengas que buscar un poco, pero esta tienda recompensa a los compradores curiosos con productos (queso fresco, mantequilla cultivada, queso blanco) que no verás en cada esquina.

Distritos 3 y 4: Marais y alrededores

  • Quesería Laurent Dubois (Saint-Antoine, distrito 4). Al otro lado del río, frente a la tienda de Saint-Germain, Dubois también tiene una sucursal en el distrito 4, en la Rue Saint-Antoine (cerca de la Bastilla). Es algo más pequeña, pero ofrece prácticamente la misma carta de quesos. Si pasea por el Marais o visita la Place des Vosges, probablemente encontrará este local de Dubois. Sigue siendo un imán para los amantes del queso de ascendencia francesa, pero los turistas también lo descubren (por lo que se aplican las mismas advertencias sobre precios más altos y un servicio a la carta).
  • Saisons Fromagerie (Rue du Grenier Saint-Lazare, 3er distrito). En el corazón del Marais, Saisons es una tienda relativamente nueva (fundada alrededor de 2018) dirigida por jóvenes queseros apasionados. Rápidamente se ha ganado una reputación como... equipo sonriente que recibe a los clientes con una sonrisa. Curan una cuidada selección de quesos locales (quesos de granja regionales) e incluso vinos biodinámicos, además de embutidos caseros y las famosas mermeladas artesanales de Stéphane Perrotte. Su filosofía es abastecerse directamente de los productores: los propietarios hablan de un "tour de Francia de pequeñas granjas" para encontrar quesos. La tienda también ofrece cestas de picnic (queso, vino y pan) a petición. Importante para los viajeros: Saisons envasará al vacío sus selecciones para el equipaje de vuelo.

Distritos X y XI: modernos y emergentes

  • Taka & Vermo (distrito 10). Esta elegante tienda (61 bis Rue du Faubourg Saint-Denis) está dirigida por una joven pareja francesa que recorrió Francia en busca de los mejores quesos de leche cruda y de granja. Cuenta con un interior moderno y minimalista y un énfasis en... hecho naturalmente Quesos. Taka & Vermo prioriza la leche cruda y los métodos tradicionales, e incluso madura algunos quesos en su propia bodega. También es un centro de innovación: sus propias creaciones incluyen un chèvre fresco con yuzu y lima, que refleja el espíritu creativo de los propietarios. En invierno, elaboran su propio Brie con trufa negra y Mont d'Or trufado. La clientela de la tienda es joven y ecléctica, y ocasionalmente ofrecen clases de maridaje (vinos). y hasta sake con queso). Espere pagar precios exorbitantes, pero también encontrará quesos que no puede conseguir en ningún otro lugar.
  • Fábrica de quesos Monbleu (“Padre Lacheese”) (distrito 11). Como se mencionó anteriormente, Monbleu (151 bis Rue de la Roquette) combina tienda y cafetería. Es un lugar muy apreciado por los parisinos modernos por su ambiente acogedor y su selección de productos alpinos. En este barrio, además, está a pasos de la Rue Oberkampf, por lo que es habitual combinar cena y copas aquí después de las compras. (Otra sucursal abrió cerca de la Bastilla en 2021, también llamada "Père Lacheese").
  • Fromagerie Goncourt (distrito 11, Belleville). Un poco apartada de los caminos trillados, esta boutique en la Rue Abel Rabaud luce una fachada azul cerúleo brillante. Se especializa en quesos corsos, como variedades de leche de oveja con cuerpo como el brócoli o un robusto queso de cabra Calenzana. La selección es más reducida, pero muy cuidada, con cada queso cuidadosamente colocado. También ofrecen crujientes panes de masa madre, embutidos e incluso sidras espumosas, lo que facilita organizar un picnic completo mientras explora los bares de moda de la Rue Oberkampf y el Canal Saint-Martin. El horario es favorable (abierto los lunes por la tarde; consulte las preguntas frecuentes a continuación).
  • Lechería Saint-Félicien (Halles, 1er distrito). Aunque en su interior el gigante Marché des Enfants Rouges es más conocido por su comida marroquí, cerca hay una pequeña fromagerie (¿andré?) especializada en Mont d'Or y productos de temporada; vale la pena hacer una parada si estás explorando el 1.º desde este lado.

Cada distrito de la Margen Derecha tiene sus encantos y especialidades queseras. El Marais es el más turístico, pero tiendas como Saisons mantienen su esencia local. Los distritos X y XI tienen un ambiente de artesanía y creatividad. Y Belleville, en el norte, ofrece hallazgos exóticos gracias a su diversa población inmigrante (ricotas italianas, labneh de cabra de Oriente Medio, etc.) junto con clásicos franceses.

Queserías en los mercados de París

Los mercados cubiertos y al aire libre de París son tesoros para los amantes del queso, cada uno con su propia personalidad. Aquí tienes algunos de los más destacados:

  • Mercado de Aligre (distrito 12) – Hardouin-LangletYa lo mencionamos antes. En este animado mercado junto a la Place d'Aligre, Hardouin-Langlet tiene un puesto de quesería con docenas de ruedas y troncos. Abre por la mañana y es especialmente bueno los fines de semana. Después de comprar, mucha gente hace una parada en la cercana Square Trousseau o en el Parc Montsouris para disfrutar de un picnic con los quesos y embutidos que han comprado.
  • Mercado cubierto de Saint-Germain (distrito 6) – Quesería SandersEn Saint-Germain-des-Prés, el mercado de la Rue Lobineau, abierto todo el año, alberga la Fromagerie Sanders. Regentado por Michel y Twiggy Sanders, este puesto es muy apreciado por los lugareños. Siempre son amables y ofrecen consejos generosos, y ofrecen una excelente variedad de quesos de leche cruda. Los clientes habituales elogian sus Saint-Marcellin y Saint-Félicien, perfectamente maduros. Los precios aquí suelen ser mejores que en las pequeñas tiendas, y a menudo se pueden ver pequeñas cabras colgando del techo (señal de que también venden yogur de leche de cabra fresca en las inmediaciones). El mercado abre 6 días a la semana (cierra los lunes); planifique su visita de martes a domingo por la mañana.
  • Mercado Saint-Denis (10/18) – Barthélémy y otros. Al sur de Barbès, el mercado cubierto de Saint-Denis incluye una sucursal de Barthélémy tras una vitrina. Es una parada práctica si busca telas o antigüedades en los mercados cercanos. A veces también aparecen otras queserías en la plaza de St-Quentin. Consulte los puestos individuales en el lugar.
  • Marché Raspail (distrito 6, solo domingos) – Mercado orgánico. Este mercado de lujo cuenta con queserías artesanales que se abren periódicamente (busque la Fromagerie Danard, que suele instalarse aquí). Abre los domingos de 7:00 a 15:00 y atrae a un público de comida sana; podrá encontrar excelentes quesos de cabra de Normandía o taramas por aquí.
  • Otros mercados destacables. El Mercado Beauvau (Aligre) arriba, el Mercado d'Oberkampf y el Mercado de la Bastilla. Muchos mercados cubiertos (St-Quentin, Batignolles, etc.) tienen queserías, aunque suelen ser más pequeñas. Lo mejor es llegar a la hora de apertura del mercado (normalmente entre las 8 y las 9 de la mañana) para disfrutar de la mayor variedad.

Los vendedores del mercado suelen ofrecer precios ligeramente más bajos que las boutiques para quesos similares, ya que hay menos gastos generales. Si encuentra un puesto de quesos en un mercado, no dude en pedir consejo, igual que en una tienda. Recuerde que los vendedores del mercado pueden cerrar a primera hora de la tarde, así que la mañana es el mejor momento para comprar.

Queserías especializadas e innovadoras

Más allá de los “clásicos”, París también cuenta con queserías de nicho que traspasan los límites o atienden a nichos específicos:

  • Tiendas que apoyan a los pequeños productores. Muchas queserías modernas priorizan el abastecimiento directo de la granja. Como se mencionó, Saisons presume de una selección de su propia selección de productores franceses, y Taka & Vermo selecciona cuidadosamente sus quesos de granjas artesanales. Paroles de Fromagers también se centra en pequeños productores, ofreciendo quesos elaborados en lotes pequeños. Incluso las grandes marcas se han sumado a esta tendencia: estas tiendas suelen mencionar con orgullo el nombre de la granja (por ejemplo, "hecho esta mañana en la Ferme XXX de Borgoña"). Si apoyar la producción local y artesanal es importante, busque palabras clave como "agricultor", "artesano", o simplemente preguntar "¿Quiénes son sus productores?".
  • Fusión y propuestas creativas. Algunas tiendas parisinas se especializan en combinaciones de sabores novedosas. Por ejemplo, Barthélémy suele crear fusiones originales: puede encontrar su "Brie au poivre" (queso Brie con pimienta) o un Gorgonzola con mermelada de higos. Laurent Dubois incluso ha ofrecido quesos rellenos de ingredientes exóticos como jengibre o arándanos. Si busca algo inusual y maravilloso, pida... “especialidades de la casa” (especialidades de la casa) al comprar. El queso de cabra yuzu de Taka & Vermo (una fusión de sabores japoneses y franceses) es una de las nuevas creaciones más comentadas en París.
  • Combinaciones de quesería y bistró. Una tendencia en auge es la combinación de tiendas y restaurantes. Monbleu (distrito 11) combina su quesería con un restaurante con mesas; en invierno, sirve raclette fundida para grupos sin cita previa. Paroles de Fromagers (distrito 10) cuenta con un bar de degustación en la planta superior donde se pueden degustar tablas de quesos o maridajes de vinos con amigos, en un ambiente relajado. Otro ejemplo: La Fromagerie d'Alexandre (distrito 6) es una pequeña tienda que también funciona como cafetería. Estos locales híbridos son, en esencia, miniacademias de queso donde se puede comprar y disfrutar inmediatamente del queso con otras personas.
  • Tiendas de quesos y charcutería. Varias queserías también venden quesos ya preparados. tablas de quesos Tablas de quesos y embutidos, especialmente antes de cenar. Por ejemplo, Saisons prepara cestas de picnic con carnes, quesos, pan, mermelada y vino, listas para una salida. Incluso si tienes poco tiempo, busca tablas preenvasadas en vitrinas; son una forma rápida de probar una muestra de los mejores quesos de la tienda (y a veces cuestan menos que comprar varias porciones).

Estas tiendas especializadas suelen estar en la intersección entre tradición e innovación. Visitarlas significa conocer a los queseros como curadores o artistas, no solo como tenderos. Incluso si se trata de una compra rápida, vale la pena charlar con ellos; muchos tienen un profundo conocimiento tanto de las formas clásicas como de los sabores más vanguardistas.

Guía económica para comprar queso en París

Los quesos parisinos varían desde los más comunes hasta los más lujosos. Aquí te explicamos cómo calcular el precio:

  • € – Tiendas y mercados informales. Si tienes un presupuesto ajustado, ve a mercados o supermercados. Las cadenas de supermercados francesas tradicionales (Monoprix, Franprix) tienen una selección respetable: Camembert básico, rulos de cabra, Comté joven, etc. Cobran por kilo, pero a menudo venden porciones más pequeñas envasadas individualmente. En mercados como Aligre o St-Germain encontrarás quesos de granja a precios un poco más bajos que en las boutiques (a veces etiquetados simplemente como "fromage de pays"). Tiendas como Monbleu se promocionan explícitamente como... económico (Acoge a los amantes del queso de todos los bolsillos). Aquí se puede llenar una cesta con productos básicos para un picnic por un precio moderado; por ejemplo, un mini camembert, un tronco de chevre y un poco de Saint-Nectaire pueden costar entre 2 y 4 € cada uno por 100 g en establecimientos con precios económicos.
  • €€ – Queserías de gama media. Aquí se encuentran muchas queserías de barrio muy queridas. Estas tiendas venden queso de alta calidad, pero procuran mantener precios razonables. Por ejemplo, La Fermette (Montorgueil) y muchas otras. lecherías En zonas residenciales, el precio se situaría en la categoría "€€". Pagarás un poco más (quizás entre 6 y 12 €/kg en la mayoría de los bries y comtés), pero la experiencia es exquisita. Estas tiendas suelen abastecerse directamente y vender por rebanadas. Pueden añadir una pequeña tarifa por el envasado al vacío, o ninguna.
  • €€€ – Boutiques de primer nivel. Esto incluye tiendas patrimoniales como Laurent Dubois, Barthélémy, Laurent Ballot (cerca de la Bastilla), etc. Se enorgullecen de sus importaciones premium y afines raros. Espere pagar una prima aquí: los quesos a 20-40 € / kg son comunes (algunos quesos trufados o quesos curados especiales incluso más caros). El ambiente es "gourmet serio", y el personal puede recomendar compras más pequeñas (por ejemplo, 150 g de Comté a 30 € / kg en lugar de una rueda más grande). Muchas de estas tiendas mantienen la opción de cortar una porción delgada para que pague exactamente por lo que necesita. Si desea derrochar en un queso extraordinario (por ejemplo, Comté de 36 meses de curación, Gouda viejo o un brie trufado), aquí es donde lo encontrará. Pero tenga en cuenta que la calidad también se puede encontrar fuera de los caminos trillados: algunas tiendas "€" o "€€" tienen discretamente selecciones excepcionales a precios más amigables, y estarán encantadas de señalártelos.
  • Consejos de valor: Esté atento a precio fijo Ofertas, por ejemplo, una selección de tres quesos a precio fijo o promociones en días concretos. Comprar directamente en un puesto de mercado (como ya se mencionó) suele ahorrar unos euros en comparación con una boutique. Además, si compras para viajar, considera que el envasado al vacío (gratis en lugares como Chez Virginie) te permite comprar quesos que, de otro modo, te parecerían demasiado caros para consumirlos en su totalidad.

Creando la tabla de quesos francesa perfecta

Juntando un tabla de quesos La tabla de quesos es un arte en sí misma. Aquí tienes algunas pautas:

  • ¿Cuantos quesos? Tradicionalmente, una buena variedad es de 3 a 5 variedades. Esto permite a los comensales probar una gran variedad sin abrumar sus paladares. Procure elegir al menos un queso de cada tipo de leche (cabra, oveja, vaca) y combine texturas (blando, semiblando, duro, azul). Como recomienda un gourmet parisino, elija un número impar de quesos y variar los colores y leches.
  • Tamaño de la porción: Una ración típica es de unos 50-75 g (2-3 oz) por persona y queso. Por lo tanto, una tabla para 4 personas podría contener unos 200 g de queso en total, divididos entre 3 y 5 quesos. Si compra en una tienda, simplemente dígale al vendedor cuántas personas son; normalmente empezarán con aproximadamente ese peso total y lo cortarán en una buena selección de quesos. Es de buena educación preguntar si desea que cada queso se corte por orden de firmeza (primero los más duros, y al final los frescos/blandos). Muchas guías recomiendan "los quesos más fáciles de digerir van al final", pero en la práctica, los clientes pueden comer en cualquier orden.
  • Maridaje de vinos. Los queseros parisinos te aconsejarán sobre maridajes si se te pregunta. Algunos consejos clásicos: un Sauvignon del Loira (Sancerre) o un blanco igual de fresco combina a la perfección con un chèvre joven. Un tinto de cuerpo medio (Pinot Noir o Beaujolais) marida bien con quesos de corteza lavada semiblandos o quesos de vaca suaves. Los tintos más ricos (Burdeos, Borgoña) pueden combinarse bien con un comté o morbier añejo con sabor a nuez. Para el queso azul, prueba un vino dulce de postre o un vino de licor de frutas (Sauternes, Banyuls) para equilibrar la sal. Como indican las recomendaciones de cata de la Fromagerie du Louvre, la interacción entre taninos, acidez y cremosidad se puede aprender sobre la marcha. Pero una regla general sencilla es: vinos blancos para chèvres suaves o camember; tintos ligeros para bries y quesos duros; vinos dulces o oporto para bleu.
  • Acompañamientos. Una tabla de quesos francesa suele incluir:
  • Pan: La baguette fresca es un clásico: rebanada mediana, crujiente por fuera y tierna por dentro. Las galletas saladas o las rebanadas tostadas (pains aux graines) son buenas alternativas.
  • Fruta: Las uvas, las rodajas de manzana o de pera ayudan a purificar el paladar. Las mermeladas de temporada o la miel (especialmente con queso de cabra) aportan dulzor. La mermelada de higos es un maridaje francés común con el gouda azul o curado.
  • Cojones: Las nueces o almendras aportan textura crujiente y riqueza, y combinan especialmente bien con quesos duros como el comté.
  • Aceitunas y embutidos: Si va a preparar un plato más abundante, el saucisson sec (salchicha seca) y el jamón curado son los acompañamientos ideales. O pruebe con aceitunas marinadas y pepinillos encurtidos para un toque ácido.
  • Vino o sidra: No olvides una bebida local. La sidra de Normandía marida a la perfección con el camembert; un tinto ligero o un rosado son ideales para la mayoría de las tablas.

Sobre todo, presenta tus quesos de forma atractiva. Si es posible, etiquétalos (con una tarjeta o un palillo) para que los invitados sepan qué están probando. Los cajones de colores y formas —una rueda redonda de brie junto a un tronco de chèvre, un triángulo azul junto a un cubo de comté— hacen que la tabla resulte atractiva. Y recuerda: con un poco se consigue mucho. Estos elementos ayudan a los invitados a disfrutar del perfil distintivo de cada queso sin sabores abrumadores.

Turismo del queso: Planifica tu ruta quesera

Para los viajeros, trazar una ruta del queso por París puede ser casi tan divertido como visitar el Louvre o la Torre Eiffel. Aquí tienes algunas estrategias:

  • Rondas de barrio. En lugar de recorrer toda la ciudad, elige una o dos zonas cada día. Por ejemplo, una Torre Saint-Germain Podría incluir la Fromagerie Laurent Dubois (distrito 5), luego caminar hacia el sur hasta Barthélémy o Androuet en el distrito 7, seguido de un desvío a la rue Cler (La Fromagerie) junto a la Torre Eiffel. Otro día, explore la Marais y Bastilla: Pasa por Dubois Saint-Antoine (distrito 4), luego Saisons (distrito 3), y estarás a medio camino de la Fromagerie du Louvre (distrito 1), cerca del Sena. Asimismo, un Tour Hipster de París Podríamos ir de Taka & Vermo (distrito 10) a Paroles de Fromagers (distrito 10) y luego a Monbleu o Goncourt en el distrito 11, con cena después en la Rue Oberkampf o en el Canal St-Martin.
  • Combinar con vistas. Los parisinos tienen queserías favoritas cerca de lugares emblemáticos. Por ejemplo, el mercado de la rue Cler, junto a la Torre Eiffel, tiene varias queserías, así que puedes visitar La Fermette y Barthélémy y luego ir a la torre. Cerca de Notre-Dame, puedes parar en la pequeña tienda de la Île St-Louis (La Ferme Saint-Aubin) de camino a la catedral. Si visitas el Louvre, pásate por la Fromagerie du Louvre a la vuelta; está justo al lado de Les Halles. Los visitantes de Montmartre no deberían perderse Chez Virginie, cerca de la rue Damrémont. Básicamente, pregunta a tu guía turístico (o a Google Maps) cuál es la tienda más cercana. tienda de quesos es a cada punto de referencia en su itinerario.
  • Recorridos a pie por distritos. Algunos blogs incluso describen "rutas de queserías": por ejemplo, una ruta por los distritos 1 y 2 podría empezar en la Fromagerie du Louvre y luego dirigirse al Marché d'Aligre (Aligre) en el distrito 12; una ruta por los distritos 10 y 11 se centra en el Canal Saint-Martin y Oberkampf (Taka, Paroles, Monbleu). El libro de ParisUnlocked (y otros) también mapea rutas de quesos. Pero un enfoque práctico: cuando salgas, estate atento a los carteles de "Fromagerie" o "Crèmerie"; a menudo los verás agrupados cerca de mercados o calles de comida (Rue Montorgueil, Rue Cler, Rue Daguerre, etc.). Una parada al azar puede dar lugar a un hallazgo delicioso.
  • Evitar multitudes. Si una tienda parece estar llena de turistas al mediodía, considera pasarte más tarde (muchas abren hasta las 19:00 o más tarde) o prueba las sucursales hermanas (Dubois y Monbleu tienen varias). Las queserías son un poco más tranquilas por la noche. Recuerda también: en las tiendas más concurridas se hablan idiomas extranjeros, pero en las más tranquilas puedes practicar francés.

En definitiva, cualquier paseo por París puede incluir queso. Un plan informal: empezar en una panadería (cruasanes), luego en una quesería de queso y mantequilla, después quizás en un puesto de charcutería o aceitunas, y terminar en una vinoteca. Muchos de los animados mercados y calles de París facilitan este recorrido.

Llevar queso a casa: Consejos de viaje

Llevar queso de vuelta en avión o tren requiere cierta preparación. Aquí tienes algunos consejos clave:

  • Envasa tu queso al vacío. Como se mencionó, muchas tiendas sellan su compra. Esto no solo es conveniente, sino que a menudo es un requisito en algunos países (viajar con queso envasado al vacío facilita los trámites aduaneros). El sellado al vacío es gratuito en Chez Virginie, Saisons, La Fermette Saint-Aubin y algunos otros. Siempre pregunte en la tienda: «Po“¿Me lo envasarás al vacío?” (“¿Puedes envasarlo al vacío para mí?”). El personal suele hacerlo en el momento, envolviendo el queso en plástico y luego en una bolsa de plástico gruesa sin aire.
  • Los mejores quesos para viajar. Quesos duros y curados Los más resistentes para viajar. Comté, Beaufort, Tommes añejo, Parmesano: estos quesos aguantan bien en una maleta durante la noche y suelen tener un peso dentro del límite de equipaje de mano. Quesos semiblandos (Tomme de Savoie, Roblochon, Saint-Nectaire) pueden funcionar si se envasan al vacío. Quesos blandos con corteza enmohecida (Camembert, Brie) son más delicados: cómelos primero después de su llegada o déjalos enfriar bien. Queso fresco y mozzarella son muy sensibles; evítelos a menos que los aspire y los mantenga fríos. quesos azules Pueden ser ideales para viajar si no son demasiado cremosos. También considere si su destino prohíbe los lácteos sin pasteurizar: algunos países (por ejemplo, EE. UU. y Japón) prohíben el queso de leche cruda con más de 60 días de conservación. Si no está seguro, opte por el pasteurizado o prepárese para declararlo.
  • Reglamento aduanero. En la UE no suele haber problema, pero consulta la normativa de tu país de origen antes de comprarlo. Muchos viajeros se limitan a un total de 2 a 4 kg de queso. Guarda el recibo (por si acaso) y decláralo en la aduana si es necesario. Para viajes en avión: lleva el queso en el equipaje de mano (no en la bodega) para que se mantenga fresco en la cabina. También puedes guardarlo en bolsas térmicas con una compresa de gel. Hay quien le quita la corteza antes de viajar, pero no es necesario si está envasado al vacío.
  • Almacenamiento hasta la salida. Si tienes uno o dos días en París antes de irte, planifica tus compras para el último día. De lo contrario, guarda los quesos en la parte más fresca de tu alojamiento (una nevera es ideal; los hostales suelen dejarte usar un estante en la nevera de la cocina). Envuelve bien los quesos abiertos para evitar que se sequen. Los quesos duros se conservan bien sin refrigerar durante 3 o 4 días si están bien envueltos. Recuerda: Cuanto antes lo comas en casa, mejor será la calidad..
  • Equipo para empaque de queso. Si planeas comprar mucho queso, considera llevar una lonchera térmica pequeña o una bolsa térmica. Algunos viajeros llevan un cuchillo de plástico y una tabla de cortar pequeña. Además, lleva siempre bolsitas de toallitas antisépticas, ya que probablemente manipularás mucho papel y plástico.

Consejos de expertos en quesos parisinos

Aprenda de los aficionados:

  • Lo que realmente compran los parisinos. Los parisinos suelen tener sus favoritos. Una familia del barrio puede comprar el mismo camembert y el mismo rollo de cabra cada fin de semana, complementado con un producto nuevo. Es común elegir al menos un queso de vaca (brie o comté) y uno de cabra u oveja en cada visita. Los parisinos suelen elegir quesos de denominaciones de origen protegidas (DOP) con las que crecieron. No te sientas mal por pedir exactamente el mismo queso de siempre; es lo habitual. También ten en cuenta que los parisinos suelen llevar sus propios recipientes para los productos de la épicerie, pero para el queso suelen usar el papel o plástico que proporciona la tienda. Llevar un cuchillo afilado o una tabla para cortar queso es excesivo (la tienda lo corta por ti, normalmente gratis).
  • Joyas ocultas conocidas sólo por los locales. Para un consejo local, pregúntale a un amigo francés o al conserje de tu hotel. Por ejemplo, en los últimos años, un pequeño puesto en el Marché Saint-Denis se ha convertido en un lugar de culto entre los residentes de Belleville por sus quesos de oveja armenios; o el puesto de raclette a la parrilla cerca de Trocadéro (abierto en temporada de invierno) es muy apreciado por los estudiantes. Otro secreto es que muchas queserías parisinas ofrecen productos lácteos Como la mantequilla dulce fresca (mantequilla sin sal) y el yogur de granja. Comprar mantequilla de pueblo de Isigny (Normandía) es un capricho que a menudo se reserva para el supermercado. El truco de la quesería es pasarse justo antes de las 19:00 (hora de cierre): a veces las tiendas rebajan los quesos sobrantes (no quieren tirarlos).
  • Errores a evitar. El mayor error es no hacer preguntas. Los queseros parisinos están encantados de ayudar, así que preguntar "¿Qué me aconseja?" puede llevar a grandes descubrimientos. Por otro lado, evita abrumar al vendedor señalándolo todo; intenta reducir las opciones (por ejemplo, por tipo de leche o firmeza). No des por sentado que el envasado al vacío es automático; debes solicitarlo. Además, muchos primerizos compran demasiado pensando que todo el queso es un souvenir; aprende a calcular cómo lo comerás antes de que se estropee. Por último, no te preocupes por la madurez: si un queso está demasiado joven o demasiado maduro para tu gusto, el vendedor a menudo puede cambiarlo o cortarlo menos. Quieren que estés contento, no que les saturen las cajas con devoluciones.

Con estos consejos y esta guía, ya está listo para explorar la escena quesera parisina con confianza y deleite. Disfrute de cada bocado del queso francés y de la rica cultura que lo rodea.

Preguntas frecuentes

¿Qué queserías están abiertas los lunes?
La mayoría de las queserías parisinas abren los domingos, y el horario de los lunes varía. Sin embargo, algunas abren los lunes por la tarde. Por ejemplo, Quesería del Louvre Abre de lunes a sábado (10:00 a 20:00). Androuet y Paroles de Fromagers abren los lunes por la tarde (entre las 16:00 y las 19:45). Barthélémy cierra los lunes. Si planea comprar el lunes, consulte el horario de cada tienda con antelación o procure ir a última hora de la tarde.

¿Las queserías tienen personal que hable inglés?
Muchos lo hacen, especialmente en zonas turísticas. Como señala ParisUnlocked, las queserías destacadas "dan la bienvenida a los angloparlantes", lo que facilita la consulta. David Lebovitz también descubrió que las mejores tiendas "acogen a visitantes amantes del queso de todo el mundo, por lo que el personal es multilingüe". En cualquier caso, el personal francés suele hablar inglés básico o se hace entender. Aprender algunas palabras francesas relacionadas con el queso (fromage, chèvre, comté) facilita la conversación.

¿Puedo probar el queso antes de comprarlo?
¡Sí! Los parisinos nunca esperarían que pagaras por un error. Como dice un guía: “No tengas miedo de pedir que te den una muestra del queso específico que quieras comprar”La mayoría de los quesos semiduros y duros que se exhiben se pueden cortar para que los pruebes. Solo tienes que señalar y preguntar. “Por favor, prueba un poco.” (Los restaurantes suelen cobrar por las degustaciones, pero las tiendas no suelen hacerlo). Es una forma inteligente de evitar arrepentimientos: el queso parisino es maravillosamente diverso, y puede que te encante alguno que nunca hayas oído. (El rechazo más común es para chèvres pequeños enteros o quesos de maduración suave sin abrir, pero incluso en esos casos puedes preguntarles qué los inspiró).

¿Cuál es el monto mínimo de compra?
Normalmente no hay un mínimo estricto. Puedes comprar solo entre 50 y 100 gramos de queso si lo deseas. Muchas tiendas no te molestarán si solo quieres un par de lonchas de Brie o un trocito de Comté, aunque en muy raras ocasiones pueden aplicar un recargo de 2 € por compras muy pequeñas. Es de buena educación decirlo. “Me gustaría unos 200 gramos, gracias.” (“Quiero unos 200 gramos, por favor”) y el vendedor cortará el pedido según corresponda. El mínimo real es más práctico: lleve efectivo o tarjeta para al menos una compra pequeña.

¿Qué tiendas ofrecen catas o talleres de queso?
Visita Paroles de Fromagers (distrito 10): organizan regularmente noches y cursos de queso y vino. La Fromagerie du Louvre ofrece catas en las históricas bodegas cercanas. Monbleu ha empezado a ofrecer raclettes los fines de semana (se recomienda reservar). Algunas tiendas publican folletos o hojas de inscripción; busca los anuncios de "dégustation" en el mostrador o pregunta al personal. “¿Tenéis algún taller o cata próximamente?” (¿Ofrecen catas o talleres próximamente?). Las oficinas de turismo y sitios web también ofrecen rutas públicas de queso por París.

¿En qué distritos hay las mejores queserías?
La respuesta es: ¡están dispersos! Los principales núcleos incluyen Saint-Germain (distrito 5/6), con clásicos como Dubois y Barthélémy; el Marais (distrito 3/4), con Saisons y Dubois St-Antoine; la zona de Ternes/Eiffel (distrito 7), con las tiendas de Androuet y Rue Cler; y Montmartre (distrito 18), con Chez Virginie. Los nuevos puntos de interés son el Canal Saint-Martin/Republic (distrito 10/11), con Taka & Vermo y Monbleu, y Belleville (distrito 19), con encanto local como Goncourt. En resumen, encontrarás una tienda excelente en casi cualquier rincón de París.

¿Qué queso debería probar definitivamente en París?
Esto depende del gusto, pero algunas categorías que debes probar son: Brie de Meaux de leche cruda, Condado envejecido, Saint-Nectaire que moquea, Pirineos Ossau-Iraty (ovejas), Tangy Crottin de Chavignol (cabra), y Roquefort azul or Persillé de TignesLos éxitos de temporada incluyen Mont d'Or en invierno y excrementos frescos de cabra En primavera. No te vayas sin probar al menos un queso de leche cruda (donde sea legal); estos expresan mejor el terroir. Tu quesero puede guiarte.

¿Cuáles son buenas combinaciones de queso y vino en París?
Como ya hemos dicho, el Loire Sancerre (blanco) con queso de cabra es un clásico.[55] Los quesos de vaca tiernos (Camembert, Chaource) maridan bien con tintos afrutados (Pinot Noir o Merlot). Los quesos de corteza lavada (Maroilles, Pont-l'Évêque) combinan mejor con un tinto suave o un Gewürztraminer. El queso azul (Roquefort) es famoso por su maridaje con vino dulce de postre o champán seco. La Fromagerie du Louvre incluso enseña técnicas de maridaje en catas. En la práctica, pregunte a su vendedor; a menudo tienen una vinoteca local al lado para sugerirle maridajes.

¿Cómo debo conservar el queso francés?
Si no va a consumir el queso inmediatamente, envuélvalo en papel encerado o plástico resellable (como hacen en las tiendas) y refrigérelo. El queso tolera la humedad, pero es mejor usar un envoltorio transpirable; evite usar solo papel de aluminio (puede sudar y degradar el sabor). Un cajón pequeño para verduras o un lugar más fresco del refrigerador es ideal. Sáquelo 30 minutos antes de servir para que alcance la temperatura ambiente. En caso de duda, consulte la bolsa de papel o la etiqueta de cada queso; las tiendas suelen indicar la fecha límite de caducidad o la fecha de consumo preferente. Generalmente, los quesos duros duran más, y los quesos muy blandos deben consumirse poco después de comprarlos.

¿Qué hacer si tengo poco tiempo o espacio para equipaje?
Tiempo: Si solo puede visitar una quesería, vaya a una de renombre cerca de donde se aloja o hace turismo. O elija un mercado con varios puestos (Aligre o St-Germain).
Espacio: Elige algunos quesos especiales que no puedas conseguir en casa en lugar de cargar. Envasa al vacío tus compras (la mayoría de las tiendas lo hacen gratis). Los quesos duros se envasan bien y pierden poco peso. El Brie o el Camembert semiblandos se pueden envasar bien y aguantan bien. Si es posible, lleva una bolsa térmica en el avión. Incluso una pequeña bolsa de nailon o una bolsa de supermercado es mejor que nada. Mantén los quesos separados de los no comestibles en tu equipaje para evitar la contaminación y los olores.

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