El Salvador, formalmente la República de El Salvador (en español: República de El Salvador, que significa “República del Salvador”), es la nación más pequeña y poblada de América Central. San Salvador es la capital y la ciudad más grande de El Salvador. A partir de 2015, la nación albergaba a unos 6.38 millones de personas, la mayoría de los cuales son mestizos de ascendencia europea e indígena americana.
Durante milenios, El Salvador estuvo habitado por una variedad de pueblos mesoamericanos, entre los que destacan los cuzcatlecs, así como los lencas y mayas. El Imperio español adquirió el área a principios del siglo XVI, integrándola en el Virreinato de Nueva España, que tenía su sede en la Ciudad de México. En 16, como parte del Primer Imperio Mexicano, la nación se independizó de España, solo para separarse nuevamente en 1821 como parte de la República Federal de Centroamérica. El Salvador se independizó en 1823, luego del colapso de la república, hasta establecer una breve unión con Honduras y Nicaragua conocida como la Gran República de Centroamérica, que duró de 1841 a 1895.
El Salvador experimentó una inestabilidad política y económica crónica desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, marcada por golpes de Estado, revueltas y una serie de regímenes autoritarios. La persistente disparidad socioeconómica y el descontento político culminaron en la Guerra Civil Salvadoreña (1979-1992), que enfrentó al gobierno dirigido por militares contra una coalición de organizaciones guerrilleras de izquierda. La disputa se resolvió a través de una solución negociada que creó una república constitucional multipartidista que aún existe en la actualidad.
La economía de El Salvador tradicionalmente ha estado dominada por la agricultura, comenzando con la planta de añil (ail en español), que fue el cultivo más importante durante la era colonial, y luego por el café, que representó el 90 por ciento de las ganancias de exportación a principios del siglo XX. . Posteriormente, El Salvador disminuyó su dependencia del café y comenzó a diversificar su economía a través del establecimiento de conexiones comerciales y financieras y la expansión del sector industrial. El colón, la moneda nacional de El Salvador desde 1892, fue reemplazado en 2001 por el dólar estadounidense.
A partir de 2010, El Salvador ocupaba el puesto 12 en América Latina y el cuarto en América Central en el Índice de Desarrollo Humano (después de Panamá, Costa Rica y Belice), debido en parte a la rápida industrialización continua del país. Sin embargo, la nación continúa enfrentando altos índices de pobreza, desigualdad y violencia.