Los pueblos San, Damara y Nama han vivido en las áridas llanuras de Namibia desde la antigüedad. Los pueblos bantúes inmigrantes llegaron en el siglo XIV como parte de la expansión bantú. Desde entonces, los grupos bantú conocidos colectivamente como el pueblo Ovambo han dominado la población del país, constituyendo una mayoría sustancial desde finales del siglo XIX.
Durante la colonización europea a fines del siglo XIX, el Imperio Alemán impuso la autoridad de protectorado sobre gran parte del área en 1884. Comenzó a desarrollar infraestructura y agricultura y mantuvo esta colonia alemana en funcionamiento hasta 1915, cuando las fuerzas sudafricanas destruyeron a sus soldados. Tras el final de la Primera Guerra Mundial, la Sociedad de Naciones asignó el país al Reino Unido, con Sudáfrica a cargo de la administración. Promulgó sus leyes, que incluían clasificaciones y restricciones raciales. Con el Partido Nacional votado para el poder en 1948, Sudáfrica implementó el apartheid en lo que se conocía como África Sudoccidental. Cape Colony se apoderó del puerto de Walvis Bay y las Islas Pingüino periféricas en 1878; se convirtieron en miembros de la nueva Unión de Sudáfrica cuando se formó en 1910.
Los levantamientos y las demandas de representación política por parte de los activistas políticos africanos locales que buscaban la independencia a fines del siglo XX culminaron con la adquisición directa de la responsabilidad del área por parte de la ONU en 1966, aunque Sudáfrica retuvo la autoridad de facto. La Organización Popular de África Sudoccidental (SWAPO) fue reconocida por la ONU en 1973 como la representación oficial del pueblo de Namibia; el partido está dirigido por los Ovambo, que forman una mayoría sustancial en la región. En 1985, Sudáfrica creó una administración interina en Namibia como resultado del conflicto guerrillero en curso. En 1990, Namibia se independizó por completo de Sudáfrica. Sin embargo, Sudáfrica retuvo la soberanía de Walvis Bay y las Islas Pingüino hasta 1994.
Namibia tiene una población de 2.1 millones de personas y una sólida democracia parlamentaria multipartidista. La agricultura, la ganadería, el turismo y el sector minero, incluida la extracción de diamantes, uranio, oro, plata y metales básicos, son la base de la economía del país. Debido al vasto y seco desierto de Namib, Namibia es uno de los países menos densamente habitados del mundo. Namibia tiene un alto nivel de estabilidad política, económica y social.